“Quiero ser el Presidente de todos los españoles, si llego al gobierno actuaré desde la concordia”, va diciendo Rajoy en los últimos días en acto tras acto mientras sus compañeros de partido siguen gritando aquello de “a por ellos, oe”. Bien, “el presidente de todos los españoles”, buenos propósitos mientras que Cospedal cuestiona el derecho de los parados a tener un subsidio de paro, y Ana Mato, su Secretaria de Organización, dice que se mantendrán fuertes en el gobierno por mucha movilización y contestación social que tenga el programa del PP. Y es que como dice Rubalcaba “Lo que Rajoy no cuenta, lo dice Esperanza; lo que oculta, lo desvela Cospedal; calla y Feijóo actúa”.
“Quiero ser el Presidente de todos los españoles, si llego al gobierno actuaré desde la concordia”, dice ahora Rajoy. Sin embargo sus palabras son lo contrario de lo realizado durante los ocho años de oposición. ¿O es que cuando habla de todos los españoles se refiere solamente a los votantes del PP, dejando fuera a la mujer, homosexuales, dependientes, parados, pensionistas, laicos, catalanes o vascos? ¿Cuántos derechos ciudadanos piensa eliminar? Lo cierto es que puede llegar a la presidencia del gobierno sin haber aportado nada a la gobernabilidad del país, más bien de haber puesto palos en la rueda y chinitas en el camino. Ese es todo el bagaje con el que Rajoy pretende gobernar, alforjas vacías, nada, el vacío absoluto. Porque Rajoy calla su programa, más bien lo oculta y se pone encima una enorme piel blanca de cordero. Mientras tanto donde gobierna cierran ambulatorios, no aplican la ley de la dependencia, eliminan derechos a trabajadores, despiden profesores, sanitarios, trabajadores sociales, eliminan becas… Esa es la concordia de Rajoy, españoles de primera y de segunda, la política del “sálvese el que pueda” y sobre todo si tiene medios para ello, que al resto “que le den”. Lo ciertos es que ya hay hospitales donde los familiares se ven obligados a comprar en las farmacias los medicamentos porque en el hospital carecen de muchos de ellos. Si por Rajoy fuera, España hubiera sido rescatada hace tiempo como Portugal y Grecia, y a punto estuvo cuando votó en contra de algunas reformas del gobierno. Y ya sabemos lo que ha supuesto el rescate para esos países. Sí, por mucha piel de cordero que se ponga en lo alto, Rajoy es un lobo dispuesto a desmantelar el estado de bienestar.
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