martes, 11 de mayo de 2010

Por la boca muere el pez

“Camps va a ser el candidato del PP en las próximas elecciones, diga lo que diga la justicia” dijo Don Mariano Rajoy en una rueda de prensa. Lo cierto es que lo dijo quien pretende ser candidato a presidir el Gobierno de España y que por lo tanto debería mostrar una mayor seriedad y respeto en sus declaraciones públicas y sobre todo cuando las realiza sobre otro poder del Estado como es la Justicia. Pero no sé si es por nerviosismo, quizás por los últimos datos económicos conocidos en estos días, pero ya son muchas las veces en la que ha dejado a las claras la forma de actuar este “patriota de hojalata” como le denomina Enric Sopena. Lo cierto es quien pretende mostrarse ante los españoles como prudente y con sentido común, se le puede considerar de todo, menos prudente y con sentido común.

“Camps va a ser el candidato del PP en las próximas elecciones, diga lo que diga la justicia” dijo Don Mariano Rajoy en una reciente rueda de prensa. Y es que no acierto a comprender a qué político le da igual “diga lo que diga la justicia”. Y es preocupante que quien debería dar ejemplo de que a los jueces hay que respetarlos siempre, tanto cuando nos gustan sus resoluciones como cuando no nos gustan, se muestre tan poco serio, imprudente e incapaz de dirigir los designios de España aunque tan sólo sea durante cuatro años. Y es que es difícil que se pueda tomar en serio a quien no es capaz de respetar a otras instituciones del Estado.

“Camps va a ser el candidato del PP en las próximas elecciones, diga lo que diga la justicia” dijo Don Mariano Rajoy en una reciente rueda de prensa. Y en lugar de hacer una limpia en el PP por todos los casos que le salen por la corrupción del caso Gurtel, mira para otro lado y se dedica a criticar al gobierno por “malgastar” en inversiones públicas que beneficien al país y dan empleo a los parados. Cuando lo cierto es que el auténtico malgasto se ha producido en los millones de euros que se han llevado de las arcas públicas ciertos personajes sin que Rajoy, que preside el PP, y el propio Arenas, con despacho junto al presunto imputado Sr. Bárcenas, se enterasen absolutamente de nada. Vivir para ver. Y es que por la boca muere el pez.