Menos en el PP, claro está, y es que faltaría más. Conocido es el chascarrillo de aquella familia que circulando por la autopista, escuchan por la radio que un loco circula en dirección contraria por la autopista. A lo que el padre de familia responde, señalando a todo vehículo, que no era uno, sino dos, tres, cuatro, cinco… todo el mundo circulaba en dirección contraria menos ellos que llevaban el sentido correcto. Y es que cuando no se quiere ver la realidad pasa esto. Que todo el mundo se equivoca menos uno. Y esto es lo que le está sucediendo al PP en la actualidad. Y sonaría a chiste si no fuera por la gravedad de los hechos, por lo que afecta a las instituciones y a la propia convivencia. Y es que en el PP, ante los graves casos de corrupción que le afectan, han optado por mirar hacia otra parte en lugar de limpiar la casa. Y de una forma del todo irresponsable, levantan escándalos para que se hable de éstos y no de la corrupción que les salpica. Y es que el principal partido de la oposición no es como la antigua UCD, y la falta de cultura democrática inunda los despachos de las instituciones donde gobierna. Y llegan a cuestionar el propio estado de derecho con tal de poner a salvo el pellejo, usando para ello lo que fuera menester aunque sea un asunto de estado como el propio terrorismo o la política internacional. Un día y otro demuestran que para el PP todo vale.
En estos días ha salido la sentencia que archiva, con el voto en contra de uno de los tres magistrados, el caso del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps. La resolución ha sido muy criticada por jueces y magistrados porque con ella será muy difícil en el futuro condenar a nadie por cohecho o, lo que es lo mismo, por soborno. De todas formas, en la misma, se recoge como cierto que el Sr. Camps ha recibido los trajes y otros regalos sin que él abonara nada por los mismos. Con ello, declaraciones tales como “Claro que me pago mis trajes” han quedado en evidencia, y el Sr. Camps por un embustero que ha mentido a su partido, a la prensa, a jueces y fiscales y, lo que es peor, a los propios ciudadanos que gobierna. Y es que Camps aceptó los regalos para él y toda su familia de un personaje como Álvaro Pérez “el Bigotes”, director de la empresa Orange Market y que ahora se encuentra en prisión al estar imputado por dirigir una trama corrupta para comprar voluntades. Lo cierto es que desde el PP se está poniendo en peligro la credibilidad de las instituciones. Pero parece que no les preocupa. Que un presidente de una comunidad reciba trajes, relojes, zapatos, juguetes para el niño, entradas para toda la familia para el Circo del Sol… es todo normal, aunque el robot del nene haya costado 1.800 euros, o 13.000 euros los trajes. Todo por valor muy por encima del salario de millones de españoles. Pero es que la casta es la casta. Ya lo escribió Rajoy en 1980 “Los nacidos de las buenas familias de siempre, por pura selección natural, estamos más capacitados para el gobierno de las gentes. Razonable es, entonces que nos dejen hacerlo y que nuestro pago sea equivalente a esa diferencia”.
De todas formas no llego a entender como nadie ha recusado al juez De la Rúa, amigo íntimo de Camps, según el propio Presidente valenciano, o por qué el propio juez no se inhibió. Y es que este hecho pone en entredicho el archivo de la causa. Pero tras la sentencia, saltó el escándalo. Y desde el PP, se “exige al gobierno perseguir a ETA y no a Camps”. Y lo ha dicho con la sangre aún caliente de los dos guardias civiles muertos en Mallorca. Y la foto de Zapatero junto a Rajoy en los funerales aún en nuestras retinas. Otra vez vuelven a la utilización bastarda e indecente del terrorismo para un uso partidista. Son muchas las voces que ya han pedido la dimisión de la número dos del PP, Sra. Cospedal. Pero no lo hará porque quién ha sido capaz de tamaña declaración, le falta la decencia necesaria para dimitir. Pero no quedó ahí, dijo más. Llegó a afirmar que en el PP están siendo espiados y grabadas sus comunicaciones, pero no lo denuncia donde corresponde. Y es que todos se han aliados contra el PP, desde el gobierno, policías, jueces, fiscales… Lo dicho, todos en dirección contraria, menos el PP, claro está.
