lunes, 13 de febrero de 2012

Requiem por los derechos laborales

El gobierno presentó el pasado viernes la tan cacareada reforma laboral, la misma que le sirvió a Rajoy para sacar pecho ante otros primeros ministros europeos, anunciándoles que ésta le iba a costar una huelga general. Reforma laboral de 64 folios y que lleva únicamente, y al final, la firma del mismísimo Rajoy, pero que a pesar de ello no le animó a dar la cara y ser él quien la explicara. Tuvieron que ser otros, como desde fue nombrado Presidente, quiénes la presentaran. La reforma laboral fue publicada en el B.O.E. un día después, el pasado sábado, y una vez vista la letra pequeña, los españoles nos hemos encontrado con grandes sorpresas que no quisieron ser explicadas por la ministra el día anterior. Lo cierto es que estamos ante el mayor recorte de derechos laborales de la historia de la democracia española, algo que nos debe llevar a la reflexión sobre el esfuerzo y años que cuesta avanzar y progresar en derechos, y lo poco que le cuesta a algunos deshacerlo todo en un instante. Que muchas veces lo que algunos pretenden como castigo electoral, se convierte en un castigo a su propia persona, a su familia, a sus país y a los propios derechos laborales y civiles conquistados. Lo pasado con las elecciones generales nos debe servir de ejemplo para que no nos ocurra igual en las elecciones andaluzas, que es mucho lo que tenemos y que es mucho también lo que en consecuencia podemos perder. Ya circula por la red un mensaje en el sentido de “A mí no me mires, yo no los he votado”, y es que ahora va a resultar que Rajoy ha ganado sin que nadie lo haya elegido, y es que ya muchos sienten vergüenza.

Con la Reforma Laboral se confirma el gran fraude electoral que supusieron las pasadas elecciones. Al igual que con la subida de impuestos, se llevaron toda la legislatura anterior avisando de que “el PP no pretende abaratar el despido”. Pero una vez elegido presidente, de lo dicho no me acuerdo y se produce “el mayor hachazo fiscal” a trabajadores y clases medias, y ahora pone a los trabajadores a los pies de los caballos con una reforma laboral que facilita y abarata el despido, que permite la reducción de salarios así como elimina muy importantes derechos laborales. Y es que esta semana que se ha convertido en la del brindis con champan o cava, sólo faltaba el de los empresarios por la reforma laboral aprobada, a añadir al de los corruptos, franquistas y narcotraficantes por la sentencia sobre el juez Garzón.

Lo cierto es que el despido que estaba a 45 días de indemnización por año trabajado, pasa a tan solo 20 días por año, y si es en el primer año, será totalmente libre y gratis. Se podrá despedir libremente si la empresa lleva varios meses en disminución de ingresos o entiende que va a ser así. Se facilita el despido por absentismo justificado, así quién sume nueve días de baja en dos meses, bien porque a una gripe le sume un esguince, se le podrá poner en la calle con indemnización de 20 días por año, y eso sin que la empresa se haya visto perjudicada por su ausencia, ni haya tenido pérdidas, o sin considerar la antigüedad o historial; por lo que es de temer que trabajadores acudan al trabajo con gripe con el riesgo de contagiar a toda la plantilla o a sus clientes. Esta medida atenta al derecho a la salud y probablemente pueda ser recurrida por inconstitucional. Se cambia el sistema de clasificación profesional y se facilita la movilidad interna, por lo que un empresario sólo tendrá que a un contable de grandes cuentas ponerlo como auxiliar haciendo fotocopias o colocarlo como recepcionista en un mostrador, para que éste pida su baja voluntaria. También se introduce la movilidad geográfica o cambiar las condiciones y turnos laborales, por lo que para despedir gratis bastará cambiarle el puesto a un trabajador a las islas Caimán. La negociación colectiva cambia en varios sentidos, se considera siempre por encima la de la empresa sobre la del sector con el perjuicio a los trabajadores de las pequeñas empresas con pocos empleados. Pero si algo distingue a esta Reforma Laboral es que permite una rebaja general de salarios a los trabajadores por “razones de competitividad”. Los desempleados también tendrán que realizar trabajos a la comunidad y que seguramente serán gratis, es decir podrán ponerte a colaborar en el funcionamiento de una guardería, colegio, etc., cuando lo que deberían estar haciendo es emplear sus esfuerzos en la búsqueda de un nuevo empleo. Así es la Reforma Laboral y que iremos desgranando punto por punto en distintas semanas. Lo cierto es que el trabajador cuenta con menor seguridad en una sociedad en la que habrá empleados con hipotecas a treinta años y con contratos laborales que en cualquier momento se pueden acabar. 

Mientras se produce esta grave reducción de derechos laborales, Rajoy ya le ha dado hora a Rafa Nadal para verlo en la Moncloa para solucionar el tema de los guiñoles franceses, que los trabajadores seguirán esperando cita.

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