lunes, 14 de abril de 2014

Un buen matrimonio y una magnífica Presidenta

Sin duda alguna la coalición de gobierno en Andalucía entre IU y Psoe constituye un buen matrimonio con una magnífica y firme Presidenta al frente. Unos acuerdos de gobierno que han posibilitado que en Andalucía no se apliquen la mayoría de los recortes del gobierno de Rajoy. Un pacto de gobierno que ha permitido cumplir los objetivos de déficit sin meter la tijera a la sanidad y a la educación y que ha demostrado que las cosas se pueden hacer de otra manera. En estos días se ha hablado por parte de algunos de discrepancias, de conflicto en el gobierno, e incluso de ruptura del acuerdo de gobierno, entre ellos los seguidores de Sánchez Gordillo y Anguita que desde un principio mantuvieron su discrepancia con el pacto entre IU y PSOE pues hubieran preferido, al igual que en Extremadura, el gobierno del PP con el apoyo parlamentario de IU. Contradicciones que da la vida, y algunos incluso se permiten el lujo de repartir carnet de ser o no de izquierdas, vivir para ver. Nadie puede discutir que a lo largo de la vida de un matrimonio surjan desavenencias, es del todo imposible que siempre vaya todo como la seda y que de cómo se solucionen depende que los vínculos se afiancen o no. Algunos se han frotado las manos con lo ocurrido en estos días, especialmente desde las filas del PP andaluz y que en Sevilla tienen más de quinientas viviendas vacías, quinientas viviendas sin ocupar y que no entendemos a que esperan para adjudicarlas dada la necesidad existente. Esta situación es la que más preocupación debe producir y que ha quedado a la luz de todos los ciudadanos. ¿A qué espera el Sr. Zoído para proceder a su adjudicación? ¿O acaso pretende venderlas a grupos de inversiones para ganar dinero como ha hecho la señora Botella en Madrid? Es en esta situación donde hay que centrar esfuerzos pues quinientas viviendas son muchas viviendas y pueden solucionar muchas situaciones familiares. De todo lo ocurrido tengo claro que durante estos días nadie ha querido romper el pacto de gobierno pues ni se han producidos ceses, ni han ocurrido dimisiones, tan solamente se ha dormido durante unas horas en camas separadas pero dentro de la casa común. Y eso sí, muchas horas de conversación, muchas horas de diálogo para que se impusieran la razón y la legalidad. Y es que de las 23 familias de la Corrala se han quedado finalmente en ocho, familias que tendrán un alojamiento provisional hasta tanto se aclara la situación de cada una de ellas. Incluso también ha quedado fuera la militante y candidata de IU que no era de exclusión social y que disponía de empleo. Fue lamentable lo ocurrido, afortunadamente la Presidenta, Susana Díaz, no es convidada de piedra ni un adorno en el Consejo de gobierno. Y es la Presidenta quien da la cara y coordina la acción de las consejerías que en ningún caso son, ni se puede permitir que sean, reinos de Taifas en la acción diaria de gobierno. La fórmula adoptada por la Consejería de Vivienda, mientras se estaban buscando soluciones para atender con urgencia a los desalojados, creaba un grave precedente. En una acción de gobierno seria no se puede actuar como un señorito andaluz que limpia su conciencia repartiendo limosnas. Si la resolución de la Consejería de Vivienda se hubiera mantenido hasta el final se estaría mandando el mensaje a todos los solicitantes de viviendas sociales que si daban la patada en la puerta y ocupaban viviendas vacías, se pondrían por delante de todas los solicitantes, más de doce mil en lista de espera. Algo de todo injusto pues con ello no se garantizaría el principio fundamental de igualdad de oportunidades a todos los andaluces. Y soluciones de urgencias hay como se ha producido en otras ocasiones por cuestión de incendios, explosiones de gas o ruina de la vivienda en familias  humildes. El auto del juez del desalojo de la Corrala, que algunos han esgrimido hasta la saciedad para justificar lo injustificable, en ningún momento señala que se hiciera lo que se hizo por parte de la Consejería de Vivienda, tan solo que se tomaran medidas urgentes con las familias de exclusión social. En ningún momento señalaba que se pusieran por delante, con preferencia de las más de doce mil solicitudes. Lo cierto es que entre los desalojados de la Corrala sólo había dos que ocupaban las listas de esperas, uno en el puesto 100 y la otra en el 122. Siempre se puede y se deben buscar soluciones extraordinarias pero sin alterar el orden legítimo de la lista de adjudicación.  Afortunadamente se ha impuesto la razón y la legalidad, y este matrimonio que nunca estuvo en peligro ni quiso romperse, sigue adelante.

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