Ha sido anunciada este viernes. Los trabajadores agrícolas que cotizan por cuenta ajena en el Régimen Especial Agrario se integran en el Régimen General de la Seguridad Social. Esta es una de las varias consecuencias del Acuerdo Social y Económico firmado por el Gobierno, sindicatos y empresarios. Un acuerdo que viene marcado por la amplitud e importancia de sus contenidos y que van desde las pensiones a las políticas de empleo, la negociación colectiva, la formación profesional, política energética, industrial y la de I+D+i. Por la trascendencia de las medidas adoptadas qué duda cabe que este acuerdo es el más importante firmado en España desde los Pactos de la Moncloa. Además, es especialmente significativo, que es la primera en España vez que se alcanza un acuerdo entre Gobierno e interlocutores sociales en un período de crisis económica. El acuerdo Económico y Social suma los esfuerzos de la sociedad para salir de la crisis, y es que las reformas del Gobierno se ven enriquecidas con las posturas y las ideas de los sindicatos y los empresarios.
Sin duda alguna, la medida de equiparar a los trabajadores agrícolas en el Régimen General de la Seguridad Social no sólo es una buena noticia, sino que es una medida histórica que recoge una de las grandes reivindicaciones del campo con la que un millón de andaluces, la mitad autónomos, se verán beneficiados, con esta medida se pone fin a una discriminación injusta. Lo cierto es que en época de bonanza económica el Partido Popular recortó derechos a los trabajadores agrícolas, y ahora en plena crisis económica, el gobierno socialista, aumenta sus derechos y sus prestaciones sociales. Y es que la pensión media percibida por los trabajadores acogidos al Régimen Especial Agrario era de unos 550 euros aproximadamente, mientras que los del Régimen General estaban en torno a los 1.100 euros. Con ello se refuerza el sistema público de pensiones contributivas y se aumentan las rentas en Andalucía.
Para los trabajadores del campo, esta equiparación se produce desde el primer día de entrada en vigor del acuerdo, mientras que los empresarios tendrán un período de adaptación hasta el año 2031 durante el que recibirán bonificaciones para ir adaptando sus sistemas de cotizaciones a la Seguridad Social. El acuerdo supone un gran avance para los trabajadores agrícolas, no sólo en lo que supone el aumento de la pensión a recibir, sino además en todo lo referido a bajas por enfermedad, maternidad, paternidad y a prestaciones por desempleo que se verán aumentadas. También contempla el acuerdo la posibilidad de que los trabajadores del campo puedan tener una jubilación anticipada. Así mismo es importante destacar la aparición del contrato fijo discontinuo con lo que conlleva de flexibilidad y estabilidad y que acaba con el abuso de la temporalidad.
Es ciertamente llamativo que el PP calle ante un acuerdo que acaba con una discriminación histórica y que iguala en derechos y prestaciones. Lamentable que cuando hable alguien del PP sea para insultar a los andaluces con aquello del “pitá, pitá” de Doña Esperanza Aguirre o como el candidato a alcalde popular que recientemente ha llamado a los parados con ayudas como “barrigas agradecidas”. Sería importante y bien visto que el PP, como principal partido de la oposición, se sumara a los acuerdos, pero se hacen de rogar puesto que todos estos acuerdos van en el sentido contrario a los que ellos llevan a la práctica cuando gobiernan y a lo que piensan llevar a cabo en el caso de ganar las elecciones. Y mientras tanto hablan de “generar confianza” mientras hacen todo lo posible para generar desconfianza. Lo cierto es que el acuerdo los deja con las vergüenzas al aire una vez más. Mientras tanto los trabajadores agrícolas podrán disfrutar de esta importante medida del Acuerdo Económico y Social firmado por gobierno, sindicatos y empresarios y que va a dar confianza a trabajadores e inversores. Y es que se va en buena línea cuando se protegen y se aumentan los derechos ciudadanos, y más si se acaba con una discriminación injusta, lo cierto es que con “la peonada” no había derechos.
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