martes, 26 de junio de 2007

Cuanto antes

Lo ocurrido en Lebrija el pasado 27 de mayo se sale de lo que normalmente suele ocurrir en unas elecciones. Es sumamente difícil que una persona que gana una alcaldía un año, la pierda en la siguiente elección cuatro años más tarde. Los electores no suelen cambiar su voto de forma tan masiva como ha ocurrido en esta ocasión. Para que ello ocurra son muchas las circunstancias que se tienen que dar y que sería conveniente que los grupos que han formado el tripartito analizaran y sacaran sus debidas enseñanzas. Lo cierto es que el pueblo siempre es sabio y antepone lo mejor para su ciudad. Lebrija es lo primero y si algún gobierno antepone los de su partido será condenado a perder las elecciones. Y esto es lo que ha pasado aquí, algo que sí han visto algunos pero que Don Jerónimo se niega a reconocer buscando en los demás las causas de sus males. Y es que en peores manos no ha podido estar Lebrija estos cuatro años, peor gestión no se ha podido realizar. Y eso lo han visto los ciudadanos.

Yo no voy a entrar a analizar cada una de las situaciones que se han producido en estos cuatro años, puesto que ya lo he hecho a lo largo de ese tiempo en mi columna semanal. No obstante considero de una necesidad imperiosa que el gobierno de Mari Fernández tenga entre sus primeras medidas la de realizar una auditoría. Es necesario conocer al detalle la situación económica y financiera en que han dejado a nuestro Ayuntamiento. Cómo ha quedado éste tras el paso del tripartito encabezado por el PA y PP. Y es que son muchas las irregularidades que se denunciaron en cada momento de su gobierno. Sabido es que estos cuatro años pasados hemos tenido un gobierno que se ha caracterizado por un escaso rigor administrativo, que han sido muchas las ocasiones en que se han realizado pagos que excedían el presupuesto o que carecían de la necesaria consignación presupuestaria. Hemos visto como inflaban artificialmente los presupuestos de ingresos a fin de poder cuadrar las cuentas. Todo ello habrá aumentado considerablemente el déficit municipal. Rara era la ocasión en que no se llevaba al Pleno del Ayuntamiento algún reconocimiento de deuda, todos recordamos como por ejemplo el Sr. Pulido nos traía de vez en cuando para su aprobación alguna factura que tenía guardada en el fondo de algún cajón, todo ello con el visto bueno de sus socios de gobierno. Han sido varias las ocasiones en que el Interventor municipal ha tenido que llamar la atención sobre estos aspectos. Y si entramos en los temas de personal estas irregularidades se han multiplicado a la hora de las contrataciones, puestos de trabajos, encontrándonos con sentencias judiciales en que se condena al Ayuntamiento o alguna multa de la Inspección de Trabajo por ni siquiera tener contratado ni dado de alta en la Seguridad Social a algún trabajador. Y es que tamaño desastre ha sido reconocido por los lebrijanos y lebrijanas y ha sido más que suficiente para retirar su confianza al tripartito.

Es por ello que es necesario adoptar como primera medida la realización de esta auditoría que nos diga cuál es la auténtica situación económica del Ayuntamiento, qué irregularidades se han cometido y cómo puede hipotecar la futura gestión del nuevo gobierno. Y si con ello hubiera lugar a consecuencias judiciales, que las haya. Porque con los intereses de Lebrija no se juega.

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