martes, 21 de abril de 2009

Demasiada prisa

Demasiada prisa. Excesiva prisa está mostrando el Sr. Rajoy por llegar al gobierno de la nación. Corre como si en el tiempo le fuera la vida. Quizás es que piense que si no le llega pronto la oportunidad, está le dará la espalda definitivamente. La nueva imputación a uno de sus principales apoyos, Francisco Camps, en el caso Gürtel investigado por el juez Garzón, le ha hecho pisar nuevamente el acelerador de las tragedias. Es raro el día que al PP no le sale un nuevo imputado por corrupción. Es por ello que tiene prisas, y para Rajoy suelen ser muy malas consejeras. Y ha optado nuevamente por anunciar otro fin del mundo, otra calamidad para nuestro país. Una más a añadir a la larga lista que va tejiendo el PP desde hace años y que no se confirman después en un ejemplo de que “no da ni una”. Empezaron con el “España se rompe”, que si se vendía España a los nacionalistas, que Navarra gobernada por Batasuna, que España rendida y derrotada ante el terrorismo de ETA, y ahora nos vienen pidiendo una reunión urgente del Pacto de Toledo porque manifiesta que “las pensiones no llegarán a los pensionistas”. Pero la realidad es que España no sólo no se rompe, sino que en el País Vasco gana las elecciones Psoe y gobierna en coalición con PP, que Navarra no está gobernada por Batasuna, y que a ETA en los cinco últimos meses le han detenido tres máximos dirigentes como una prueba irrefutable de la política antiterrorista, eficacia policial y de la buena coordinación entre jueces, policías y guardia civil. Y además la Seguridad Social va a volver a terminar el año con un nuevo superávit en sus arcas. Unas arcas que cuentan en la actualidad con un fondo de 58.000 millones de euros, cifra astronómica nada despreciable.

Y pide la reunión del Pacto de Toledo ante un gobierno de Zapatero que ha ido cumpliendo a rajatabla sus promesas y compromisos ante los ciudadanos de ir subiendo las pensiones mínimas a los sectores más necesitados, como las de viudedad. Rajoy y el PP nos avisan de peligros para los pensionistas de no cobrar sus pensiones. Vuelve Rajoy a demostrar que es uno de los políticos más irresponsables de este país, para el que todo vale. Demuestra que le da igual la angustia que pusieran sentir miles de jubilados ante sus palabras. Palabras que por otra parte no tiene otra finalidad que crear esa sensación para ver si así obtiene los votos siempre le faltan. Es indecente, vergonzoso y deleznable crear alarma social entre las personas mayores, pero ésta es la forma de hacer política de la derecha española. La política del miedo, la de convertir en arma electoral lo que sea.

El Pacto de Toledo se firmó en 1995, gobernando Felipe González. En dicho pacto se establece las líneas de actuación y las reformas a introducir en el sistema de pensiones contributivo, así como las recomendaciones que se proponen para reforzar el sistema. Y entre su articulado hay uno muy interesante y que firmó también el PP. En él se recoge el compromiso de no hacer arma electoral de las pensiones. Pero aquí parece que da igual a lo que uno se comprometa, o lo que uno firme, todo pasa a ser papel mojado porque al final lo que se pretende es crear confusión y alarmismo.

Es sorprendente que quien propone continuamente como medida ante la crisis congelar el sueldo de trabajadores pero no de los altos ejecutivos, que quién propone retrasar la edad de jubilación por encima de los 60 años cuando nuestros principales modelos europeos la tienen establecida a los sesenta, nos vengan ahora exigiendo la “garantía de un sistema de pensiones sostenible y justo”. Pero una vez más dejan de explicar qué significado tiene para ellos la palabra “justo”. ¿Para quién tiene que ser justo? Lo cierto es que para la crisis proponían “medidas de verdad”, esas que pudimos averiguar que se referían a un despido más barato para el empresario. Y para las pensiones un sistema “justo”, palabra que da miedo en boca de dirigentes del PP por el concepto que tienen de justicia y que vemos en el día a día. Lo cierto es que hablan de peligro para las pensiones y entre sus medidas ante la crisis está la de reducir las cotizaciones a la seguridad social. ¿Cómo se pretende desde el Partido Popular garantizar un sistema que se mantiene con las cotizaciones de empresarios y trabajadores si estas se reducen? ¿O acaso nos pretenden embarcar en un sistema para después dejarnos en la estacada como hizo Doña Esperanza Aguirre en los sucesos de Bombay con los empresarios que la acompañaban? Es decir, huyendo de estampida, sálvese el que pueda, y yo la primera. Y es que la derecha española va por muy mal camino. Lo cierto es que la derecha más antisocial de Europa, junto a la de Berlusconi, el amigo de Aznar y padrino de boda de su hija, no son capaces de desprenderse de su olor a incienso e instalarse en parámetros de modernidad. Pero la vicepresidenta Tersa Fernández de la Vega ha dejado muy claro que el gobierno “no va a dar ni un paso atrás en nuestro sistema de protección social”.