jueves, 2 de abril de 2009

Por la boca muere el pez

"Dejen a los muertos en paz” dijo José María Aznar siendo Presidente en un intento de evitar responsabilidades al que fue su Ministro de Defensa, Federico Trillo por el trágico accidente del Yak-42 en Turquía cuando volvía de Afghanistán. Precisamente en estos días se está celebrando el juicio contra altos cargos del ejército por lo ocurrido. Lo cierto es que fueron 62 los soldados españoles muertos. Y es que Trillo no está imputado ni asumió ninguna responsabilidad alguna porque además piensa que haber sido elegido Diputado al Congreso por Alicante limpia sus responsabilidades.

"Dejen a los muertos en paz” dijo José María Aznar. Hubo muertos posiblemente debido a las irregularidades cometidas en la contratación del transporte que propiciaron la falta de seguridad de los aviones que traían de vuelta a nuestras tropas. Y a los muertos los dejaron tan en paz que nos los identificaron correctamente y los familiares recibieron los cadáveres como si de un sorteo se tratase, recibiendo cuerpos ajenos en lugar de los que les correspondía. También hizo todo lo posible para que los familiares de los fallecidos no fueran recibidos en Turquía. Y Trillo no sólo no asume responsabilidad alguna, sino que su partido, el PP, le nombra portavoz de Justicia en el Congreso, desde donde sin el más mínimo pudor pide responsabilidades a todo el que se le pone delante. Y es que por la boca muere el pez.