martes, 7 de abril de 2009

Dos varas de medir

La semana que acaba de terminar comenzó con la emisión del programa de televisión de la primera cadena, TVE, “Tengo una pregunta para usted”. Una hora y media de programa en el que hubo que hacer un gran esfuerzo para mantenerse despierto. Y es que quien quiere ser alternativa de gobierno, Rajoy, alargaba y alargaba sus respuestas quizás con la intención de que las preguntas no fueran muy numerosas. Y contaba anécdotas que no venían a cuento, le preguntaban por Jaén y nos decía que era una bella y preciosa ciudad como quién descubría algo nuevo. Como suele ser habitual, sus mensajes disponían de poco contenido. Lo cierto es que las personas que preguntaban, se percataron pronto de lo que intentaba Rajoy y le cortaban la intervención para exigirle que fuera concreto y que no les hablara de lo divino, que sus problemas no estaban en el reino de los cielos, sino aquí en la tierra. Como era de esperar se habló de la crisis económica global que estamos padeciendo. “En materia económica hemos sido capaz de realizar una alternativa para abordar la crisis”, nos dijo con gran énfasis. Por fin. Todos expectantes. Respiración entrecortada esperando la respuesta. Quién solía exigir medidas de verdad, pero nunca decía cuáles, manifestaba tener una alternativa para la crisis. Y, haciéndose esperar, se la dijo a un trabajador un poco más adelante. “No puedo apoyar medidas económicas que sean malas para España”, siguió diciendo un poco más tarde. Y es que las medidas de Zapatero de inversión pública para crear empleo le parecen mal a Rajoy. Tanto que en su momento ya pidió a los alcaldes del PP que no se acogieran a ellas, aunque estos no le hicieron ni caso. Y tras un rato llegó su respuesta, su gran medida para los españoles ante la crisis económica: ¡¡ AGUANTAR!! ¡”Yo le digo que en estos momentos aguante usted”!, le contestó Rajoy a un trabajador que le exponía sus dificultades económicas y familiares ante los espectadores de televisión. Aguantar, su gran medida ante la crisis. Mientras tanto, apoyando a algunos grandes empresarios en sus peticiones de recortes sociales, de un despido más barato o libre como piden otros. El aguante, la medida de Rajoy contra la crisis económica. Ya dije la semana pasada que pedirle pudor a Rajoy es como pedirle peras al olmo. “Quiero que este gobierno sea transparente y claro, que diga la verdad, que no pasa nada por decir la verdad”, siguió diciendo Rajoy un poco más tarde. Y lo cierto es que de eso Rajoy sabe bastante, pues conoce perfectamente lo que ocurre cuando un gobierno miente y no dice la verdad a los ciudadanos. Y es bueno que aspire a lo que no se realizó cuando tuvo la oportunidad de gobernar. Y es que por mentir, los españoles lo pusieron de patitas en la calle. De toda la intervención durante la larga hora y media que duró hay que reconocerle al menos su sinceridad en reconocer que no hicieron las cosas bien cuando gobernaron. “Si el que gobierna hace las cosas bien, lo normal es que gane las elecciones”, nos dejó de forma clara a todos los que tuvimos la oportunidad y paciencia de escucharlo.

Mientras tanto en Lebrija tuvimos el Pleno de cada mes. En esta ocasión fue en martes, en lugar del miércoles habitual. Y cómo no, se habló también sobre la crisis. Lo cierto es que los que contribuyeron a la crisis creando el caos en la economía española durante sus años de gobierno, son los mismos que ahora pretenden utilizarla para dañar al gobierno. Y es que arrimar el hombro cuesta esfuerzo, es mejor el dinero fácil de las recalificaciones, pactos no lícitos entre constructores y algunos políticos, especulación con el suelo y la vivienda, subida desmedida de sus precios…Y como consecuencia hoy existen miles de familias intentando pagar con sueldos irrisorios una hipoteca cuyo precio se multiplicó respecto al valor de mercado. Y ahora cuando hablamos del aparcamiento subterráneo, al que se oponen desde el PP y el PA lebrijano, nos vienen con unos localismos que cuando gobernaron no le dieron importancia. Entonces los empresarios se tenían que ir a pueblos vecinos porque aquí no se le daban facilidades, perdiéndose con ello numerosos puestos de trabajo. Por otra parte, cuando llegaba el momento de buscar un socio para una empresa pública de Lebrija, al Sr. Caro del PP muy poco le importó que este no procediera de Lebrija, y sí de otros lugares como El Cuervo, aunque fuera su primo. Y es que desde el PP lebrijano, se tienen dos varas de medir. Y desconocen que la empresa adjudicataria del aparcamiento trae el hormigón de Lebrija, y no de otros lugares bajo riesgo de fraguar. Y hablan de la ferralla, y también desconocen que se está adquiriendo en Lebrija. Todos recordamos cuando desde el PP lebrijano pedían y exigían con mucha fuerza el comienzo de unas obras que ya llevaban tres meses realizándose. Y la verdad es que no sé si disfrutan haciendo el ridículo. Y ahora se acuerdan de la mano de obra, cuando gobernaban no era el momento. Un ayuntamiento serio no puede ofrecer proyectos que ofrezcan únicamente mano de obra, no podemos darles a los trabajadores una soleta y mandarlos a las cunetas a quitar hierba. Eso no es serio ni crea un mejor futuro. Desde el gobierno municipal se tienen que ofrecer proyectos que dinamicen nuestra ciudad y nuestro tejido empresarial. Como éste del aparcamiento a las mismas puertas del centro urbano y que viene a favorecer nuestro urbanismo, a potenciar una ciudad más humana y que apoya a nuestro comercio. Lo contrario es demagogia, intentar desgastar por encima de todo, y demostrar que los intereses de Lebrija les importan más bien poco.