martes, 23 de febrero de 2010

Aznar o "el espíritu impera"

Labordeta ha hecho unas declaraciones sobre Aznar en las que señala que “tiene una especie de desprecio por todos los seres humanos”. Y es que el expresidente se ha convertido en portada de todos los medios de comunicación, su dedo corazón levantado hacia unos estudiantes ha sido el gran protagonista de la semana. Jamás un dedo ha sido tan fotografiado. Desde algunos sectores se ha comentado que lo que ha pretendido Aznar no era otra cosa que tapar la pésima imagen que nuevamente ha dado Rajoy en el Congreso de los Diputados en el que una vez más se ha quedado solo ante todo el arco parlamentario. Otros, irónicamente, han señalado que lo que Aznar chulescamente mostraba, era simplemente el dedazo con el que invistió a Rajoy como presidente del PP. Lo cierto es que en José María Aznar “el espíritu impera” y muestra una cierta tendencia a dañar la imagen de España allí por donde viaja. Su dedo medio hacia arriba no es más que el reflejo de un ego desmedido con el que uno de los “señores de la guerra” no pierde oportunidad de mostrar su soberbia. Su frente lleva marcada el odio y la crispación de un resentido que se vio obligado a salir de la Moncloa por la puerta de atrás. Con su dedo arriba Aznar ha dejado claro que le faltó estudiar más Educación para la Ciudadanía y menos Formación del Espíritu Nacional.

Lo cierto es que el gesto de un expresidente no se puede justificar por ningún clima de crispación. España cuenta con cuatro expresidentes de la democracia, Suárez, Calvo-Soltelo, Felipe González y Aznar. La educación mostrada por los tres primeros ha sido del todo intachable. Ninguno de ellos, salvo Aznar, ha ido insultando por ahí a su sucesor en el cargo. Las declaraciones que Aznar hizo sobre Zapatero no tienen desperdicio alguno, llegándolo incluso a llamar “pirómano”. Y la verdad es que no alcanzo a comprender cómo se ha atrevido a hacerlo cuando él ha sido uno de los mayores pirómanos de la historia reciente. ¿O acaso olvida lo que está sucediendo en Irak? Los expresidentes suelen ocupar siempre un papel de colaboración, de poner su experiencia al servicio de los gobiernos fueren del color que fueren, de defensa de los derechos humanos…, en definitiva, un papel institucional respetado por todos. Pero Aznar se ha salido del guión para faltar el respeto a su sucesor en la Presidencia del Gobierno y a los españoles. Y es que puestos a comparar, Zapatero en sus cinco años y medio de gobierno solamente ha hablado una vez sobre Aznar. Fue en la cumbre Iberoamericana en la que Hugo Chavez, presidente venezolano, le atacó y le acusó de potenciar golpes de estado en su país. Y Zapatero intervino para defenderlo porque Aznar ya no era Presidente y no estaba allí para poder defenderse. Esa es la diferencia.

Su dedo hacia arriba es un gesto muy bien pagado. Aznar desde que tuvo que dejar la Moncloa se ha convertido en consejero de New Corporation, empresa de R. Murdoch, por 130.000 euros anuales. Es profesor de de la universidad de Georgetown, también ha cobrado 600.000 euros por tres libros que le ha publicado la editorial Planeta y gana otros 30.000 euros cada vez que da una conferencia de hora y media. Pero uno de los gestos que mejor retratan al expresidente Aznar, fue la boda de su hija en El Escorial como si de un emperador se tratara y con la asistencia de algunos jefes de estado como Berlusconi que ejerció como padrino. Boda a la que por cierto también estaban invitados algunos de los imputados en la trama Gürtell y hoy entre rejas. Lo cierto es que la boda fue objeto de sorpresa en todo el mundo y los comentarios irónicos y burlescos llenaron las principales páginas de los diarios. Algunos medios llegaron a comparar tal suceso con el cuento del danés Hans Christian Andersen “El traje nuevo del emperador”, en el que el emperador se paseaba desnudo ante sus súbditos pensando que iba vestido con los ropajes más ricos.” Traje” que sus súbditos no podían ver por no tener la inteligencia necesaria. Y es que para Aznar por encima de todo, los ciudadanos fueron sus súbditos. Lo cierto es que hoy Aznar es el padre de la burbuja ladrillera que nos trajo una economía corrupta y cuyas consecuencias pagamos hoy.