martes, 16 de febrero de 2010

Conectar con el futuro

En estos días se están entregando en todas las escuelas públicas de Andalucía los ultraportátiles a todos los niños y niñas de 5º y 6º cursos de Primaria. Lo que puede ser un acto sencillo, representa una acción de gran calado en el mundo educativo de hoy. Significa dar un paso adelante y conectar la escuela con el mundo real, con el mundo de las nuevas tecnologías que cada vez impregnan más la sociedad actual. Y es que mientras en el mundo actual y en la vida familiar las tecnologías de la información y el conocimiento forman parte cada vez más de la vida diaria, en la escuela ese paso era aún demasiado tímido y dependía más del profesor o profesora de turno o del propio centro. Y es que los centros educativos no pueden vivir de espaldas al mundo real, en un mundo donde la formación es más necesaria que nunca y donde su ausencia se identifica cada vez más con la falta de empleo o con su dificultad para encontrarlo. Este gran proyecto de Escuela TIC 2.0 tienen precisamente la finalidad de reforzar la integración de las tecnologías de la información, la comunicación y el conocimiento en los colegios andaluces, en los que 173.000 niños y niñas recibirán el ya mencionado ultaportátil, y su escuelas se verán reforzadas con las correspondientes pizarras digitales en cada una de las aulas del tercer ciclo de Primaria.

Mucho se ha hablado durante estos días de la medida de entrega de ultraportátiles al alumnado. Algunos la han llegado a criticar, en ciertos casos por el propio desconocimiento y otros guiados con la mala fe de la demagogia. Y lo que algunos han criticado para la escuela pública, no lo han hecho para la escuela privada. Lo cierto es que el aprendizaje hoy no está limitado en exclusiva al libro de texto, ni siquiera a la escuela pues es mucha la información externa que llega por diferentes vías, y esto constituye un hecho objetivo que desde la Junta de Andalucía no han ignorado. El ordenador constituye hoy una herramienta educativa importante, del mismo nivel que el libro, que no se puede dejar atrás. La medida del gobierno de Zapatero y de la Junta de Andalucía supone afrontar el reto del siglo XXI. Ayudar, orientar y guiar a nuestros hijos e hijas y a nuestro alumnado en la formación de las nuevas tecnologías debe ser una obligación de las familias y de la escuela. Cambiar la tiza por la pizarra digital es llenar el proceso educativo de nuevos e ingentes recursos para aprender y, por supuesto, para aumentar la motivación del alumnado. Es por ello también un reto para el profesorado que muchos ya lo tienen asumidos y el resto tendrá que realizar un esfuerzo en lo que significa el desarrollo profesional del propio docente y que no se puede dejar atrás. Modernizar las escuelas públicas es una obligación en un momento clave en nuestra sociedad y cuyo tren no podemos dejar pasar, hacerlo sería una grave irresponsabilidad de nuestros gobernantes que deben mirar también por el futuro de nuestras generaciones presentes y venideras. No dar este salto cualitativo en la educación sería desengancharnos de las sociedades que hoy son vanguardia en el mundo actual. Por otra parte la escuela pública se constituye como el lugar principal para la corrección de desigualdades y del principio de igualdad de oportunidades y, por lo tanto, no apostar por las nuevas tecnologías es dejarlas sólo en manos privadas con el consiguiente aumento de las desigualdades entre las personas en nuestra sociedad.

Lamentable que en las Comunidades donde gobierna el PP como Madrid, Valencia y Murcia se hayan negado a aplicar esta medida, “Escuela TIC 2.0”, modernizadora de la educación con argumentos tan peregrinos como ridículos. Y es que quien tanto ha empleado como argumento de que “España se rompe” son los primeros en incumplir las leyes del gobierno central, algo que todos hemos podido ver en numerosos ejemplos como en la ley de la Dependencia que boicotean o en diferentes leyes educativas y sanitarias. Afortunadamente desde el gobierno de Zapatero en Madrid y de Griñán en Andalucía han apostado por una nueva escuela para un nuevo tiempo. Gran reto que tenemos por delante los profesionales de la educación y las familias.