La semana que acaba de terminar ha sido la de D. Francisco Bellido, pues raro ha sido el día que no ha intentado montar algunos de los numeritos a los que nos tiene acostumbrados. Esta ha sido su “semana fantástica” en la que ha enseñado todo su repertorio de insultos, calumnias… Y es que las fechas le acompañan para sacar fuera todos los saldos que le quedan en este período de rebajas que se acaba. Pero el Sr. Bellido del PP no ha tenido que buscar mucho en su trastienda para mostrar su desconocimiento, su bajeza moral, su todo vale, su odio y su rencor que no es poco. Me ha dirigido ante los medios un fuerte ataque, pero no lo ha hecho contra las opiniones que realizo semanalmente desde esta columna, ahí parece que no tiene o no encuentra contestación, eso lo deja de lado. Ha preferido atacarme profesionalmente, como maestro y como director de un colegio público. Pero como ha hablado desde la ignorancia y mal asesorado, ha pinchado en hueso nuevamente. Y es que no ha dado ni una con sus acusaciones, ni una sola de sus acusaciones son ciertas como bien claro le ha dejado el Claustro de Profesorado y el Consejo Escolar del colegio en su comunicado de apoyo. Lo cierto es que me ha atacado con la bajeza del que sabe que no le voy a contestar ni como director del colegio, no puedo hacerlo pues es mucho el respeto al cargo que ostento y a la comunidad educativa que me ha elegido y a las personas que la forman, ni como maestro, pues mis años de experiencia pueden hacerlo por mí. Y es que no ofende el que quiere sino el que puede.
Lo cierto es que acudió a un programa para hablar de Educación. Pero se olvidó de ello desde un primer instante, entiendo que por su profundo desconocimiento sobre el tema y porque no tenía nada que aportar, tan sólo algunas frases hechas que no por mucho repetir se convierten en verdad. Pero su enorme egocentrismo no le podía dejar pasar inadvertido, su afición al espejo le pierde. Y es que quien se cree el centro del universo sufre cuando no puede ser protagonista. Y pasó al insulto y a la mentira, pero más que el ataque a mi profesionalidad, me dolió más el ataque implícito a los maestros y maestras de mi centro que se parten el pecho por ir mejorando día a día la educación y los resultados académicos de nuestro alumnado, también a las familias y su participación que constituye uno de los pilares básicos del proyecto educativo de mi centro. Pero sus andanadas no van a minar el prestigio del colegio del que tengo el orgullo de ser director. El Claustro de Profesorado al que pertenezco y el Consejo Escolar se lo han dejado claro.
En su “semana fantástica” de saldos baratos se ha vuelto a mostrar como lo hace habitualmente. Y es que al Sr. Bellido del PP no le importa ni la educación, ni los agricultores, ni la crisis económica, ni… Su único objetivo es hacer ruido desde el rencor y el odio que guarda por haber perdido las elecciones municipales, cuando sólo él es responsable. Y es que quien pretende trabajar por Lebrija, desde un puesto al que raramente llegaba antes de las diez de la mañana y por la tarde con el despacho vacío, con una mísera dedicación estando liberado para ello, difícilmente puede obtener el beneplácito de su pueblo. El Sr. Bellido siempre está en contra de lo que sea y además siempre pretende tener la última palabra aunque no le corresponda. Siempre está enfadado, me imagino que con él mismo. Siempre en contra de lo sea, da igual el tema como hemos podido ver en el pleno de la semana pasada. No sé que haría el Sr. Bellido si fuera un náufrago en una isla desierta, aunque presumo que discutiría con peces y cocoteros y se enfadaría con el mismo viento por no poder silbar en último lugar.
En su “semana fantástica” le he visto además insultar a la corporación, “fascista” ha utilizado como adjetivo, también “inepto”. Y es que es chirriante que estos calificativos vengan de quien tuvo paralizado su pueblo durante los cuatro años del tripartito. Es curioso que se atreva a calificar de inepto quien no era capaz de encontrar las palmeras de la plaza, los naranjos de El Cortinal y quien pedía el comienzo de unas obras que llevaban tres meses desarrollándose. Y es que así es el Sr. Bellido del PP, que faltó a su palabra de dimitir si perdía las elecciones y que pretende dirigir la oposición desde Sevilla, pues todos conocemos que ni siquiera vive en Lebrija. Y es que por la boca muere el pez.
