martes, 9 de febrero de 2010

Chantaje

Se acabó el chantaje a que someten los controladores aéreos al gobierno de España año tras año en las épocas de fin de año, de semana santa o durante el verano. Se acabó el que los ciudadanos españoles se conviertan en rehenes de un grupo de privilegiados para ver aumentar esos privilegios. Realmente ha sido duro y doloroso el espectáculo que hemos vivido año tras año en el que en los aeropuertos se acumulaban los retrasos en los vuelos y los ciudadanos tirados por los suelos esperando, durante horas y a veces días, la salida de su avión. La gran mayoría de ellos eran trabajadores que aprovechaban unos días de vacaciones que quizás llevaban planeando en el tiempo y conseguido con el ahorro de horas y meses de su trabajo. También ciudadanos que aprovechaban las vacaciones para viajar a su lugar de origen y visitar a sus seres queridos a los que no veían, en muchos casos, desde años. Empresarios que realizaban viajes de negocios también veían interrumpida su actividad económica por la acción indecente de los controladores. Y es que tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse. Realmente ha sido de locos contemplar la acción de estos sujetos que, siendo tan pocos, eran capaces de paralizar o hacer daño a la actividad económica de un país y provocar grandes pérdidas en millones de euros.

El ministro de Fomento, José Blanco, del gobierno de Zapatero, ha acabado con una acción que se viene repitiendo desde 1999. En ese año los controladores fueron capaces de sacar del gobierno de José Mª Aznar un convenio que los situaba en el privilegio respecto a los demás trabajadores y que les permitía llevar a cabo el chantajear año tras año al gobierno y convertir en rehenes a los ciudadanos. Y es que cuando hemos podido leer las condiciones de trabajo en la que se manejaban estos señores, algunos no hemos podido sentir otra cosa que indignación. Lo cierto es que los controladores aéreos españoles vivían una situación que en nada se parecía a la del resto de sus compañeros europeos. Y es que la media de su salario es de unos 334.000 euros anuales (56 millones de pesetas), eso sin contar las horas extraordinarias que hacían y que se pagaban al triple de su salario y que les permitían obtener una retribución por encima de los 600.000 euros. Y todo por 17 horas de trabajo a la semana. Y por si no fuera poco, la organización del trabajo estaba en manos de los propios controladores, provocando con ello en muchas ocasiones dificultades en los servicios. También podían retirarse si lo deseaban a los cincuenta y dos años con una retribución por encima de los 170.000 euros hasta los sesenta y cinco años donde pasan a cobrar la pensión máxima. Y ya para colmo de los colmos, controlaban el acceso a la profesión, en definitiva que ellos decidían quien podía ser o no ser controlador aéreo y que, probablemente con esta última medida hayan conseguido llenar las salas de control de aeropuertos con generaciones de familiares.

Lo cierto es que los controladores aéreos habían sacado en 1999 del gobierno de José Mª Aznar, que tan duro fue para el resto de los españoles pero débil con los privilegiados y sus amigos, un convenio tan ventajoso que bloqueaban todas las negociaciones anuales con el fin que no hubiera acuerdo y así prorrogarlo. Y alargaban las negociaciones hasta semana santa para conseguir un acuerdo a cualquier precio bajo la amenaza de colapsar el tráfico aéreo durante las vacaciones.
Pues bien, el gobierno de Rodríguez Zapatero ha acabado con esa situación insostenible para cualquier país. Probablemente los controladores lleven el tema a los tribunales. Pero el Real Decreto, que ha entrado en vigor en el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, ha acabado con esta situación. Ahora los controladores ruegan ayuda de los sindicatos de clase, UGT y CCOO, a los que siempre han ignorado ya que hasta ahora lo único que les ha interesado ha sido garantizar sus privilegios sobre el resto de ciudadanos. Y entre todas las voces que hemos escuchados estos días ha chirriado enormemente la del portavoz del PP criticando la medida del gobierno socialista. Pero a partir de ahora ya no tendrán el mismo salario, ni controlarán el servicio, ni el acceso a la profesión, ni mantendrán esta retirada a los 52 años con esa retribución, y lo que es muy importante, ello permitirá una rebaja de las tasas de navegación en un 15 %, que eran las más cara de Europa, lo que permitirá rebajar el precio de los billetes de avión. Una buena actuación del gobierno de Zapatero que todas España aplaude, lamentablemente desde el PP es criticada.