Por la boca muere el pez

“Es vomitiva la medida de indemnizar a las mujeres vejadas por el franquismo” dijo un portavoz del PP en Madrid refiriéndose a la medida de la Junta de Andalucía de indemnizar con 1.800 € a mujeres que fueron vejadas y sometidas a escarnio público por el franquismo. Y es que muchas mujeres andaluzas les raparon el pelo, las obligaron a beber aceite de ricino y las pasearon desnudas por las calles para vergüenza pública. Los cierto es que 1.800 euros pueden parecer insignificantes para algo irreparable con lo que han tenido que vivir muchas de ellas. Pero es de justicia y hay que sentirse orgulloso de la medida de la Junta de Andalucía. Lo cierto es que al PP todo lo que suene a reparación a las víctimas del franquismo les parece vomitivo y vergonzoso. E incluso desde sectores de la derecha caciquil en estoy días las han llegado a calificar de “las rapadas”, y en algunos casos hasta de prostitutas, no hay más que entrar en los foros de internet para comprobarlo.

“Es vomitiva la medida de indemnizar a las mujeres vejadas por el franquismo” dijo un portavoz del PP en Madrid. Pero lo cierto es que a mí me parece especialmente vomitivo que desde un partido que se dice demócrata no haya condenado aún el franquismo, el golpe de estado y la represión posterior. Especialmente vomitivo me parece que se niegue a la exhumación de los miles de cadáveres que se encuentran en las cunetas españolas y se les impida un entierro digno. Vomitivo me parece que el PP vote en contra de transformar al valle de los caídos en un monumento que honre la memoria de todos los fallecidos en la guerra civil y de la represión franquista y no los de un único bando. Muy, pero que muy vomitivo es hoy que aburra hablar de corrupción por convertirse en noticia habitual que al PP le salgan continuamente numerosos imputados por corrupción y no se haga nada por atajar la situación y los mantenga como candidatos. Vomitivo es mantener a Camps, Fábregas, Costa, Bárcenas a pesar de los graves delitos de los que son acusados. Muy vomitivo es que insulten de vez en cuando a los andaluces y los acusen de vagos, indolentes y se rían de nuestro acento… Pero indemnizar a estas mujeres, las que queden y que han vivido con esta lacra, a eso se le llama justicia.