Y esto no ha hecho más que empezar

Rajoy  sigue sin dar la cara ante los españoles, pero ante Merkel se pone firme y es la primera en conocer las medidas que, paso por paso, piensa aplicar en España, la mayoría para llevarlas a cabo después de las elecciones andaluzas. Es lamentable que se ningunee y se le muestre tan poco respeto al pueblo español que es en definitiva quién le ha votado. Pero ese es Rajoy, el mismo que ya conocimos en los gobiernos de Aznar y que pasó con más pena que gloria gracias a su pésima gestión del hundimiento del Prestige y que llenó de chapapote toda la costa la gallega. En esta semana se han permitido hacer un uso partidista del gobierno para atacar la solvencia económica andaluza, menos endeudada que Valencia, en bancarrota, Madrid, Murcia o Cataluña. Actuación que ha merecido un severo reproche y que nos muestra como el PP sigue haciendo uso del “todo vale” que le ha caracterizado en sus años de oposición. El PP debería reconsiderar esta forma de actuar, de usar el juego sucio contra Andalucía porque la historia le tiene más que demostrado que por ello suele ser castigado por los andaluces. Mientras tanto Rajoy sigue empeñado en la reducción de la deuda en el menor tiempo posible, no dejando ninguna actuación para promocionar el empleo y el crecimiento económico, medidas que nos están llevando a empobrecernos cada vez más y a un aumento galopante del desempleo. La verdad que eso de que España recuperaría la confianza de los mercados con sólo llegar al gobierno, se ha quedado en saco roto a las primeras de cambio y las agencias de calificación disminuyen la solvencia española. Ya algún nobel de economía está señalando que apostar únicamente por la austeridad es llevarnos al suicidio. En Europa hay varios cientos de miles de millones de euros para fondos estructurales y que mejorarían los datos del empleo, pero a los que los países no pueden acogerse por no disponer de la financiación correspondiente gracias al empeño de Merkel en reducir la deuda en tan corto plazo de tiempo.

En estos días Gallardón, al que algunos consideraban como centrista dentro del PP, ha mostrado su verdadera cara y nos ha anunciado cuáles son van a ser algunas de sus medidas como Ministro de Justicia. La primera de ellas es la de introducir el copago en la Justicia, o lo que es lo mismo que habrá justicia para quiénes puedan pagarla. Cuando hablábamos de recortes, siempre nos hemos referido a los que están introduciendo en Educación, Sanidad, servicios sociales, dependencia, pero lo del copago en Justicia es llevarnos a la locura en el desmantelamiento del estado de bienestar, con ello estableceremos una justicia de primera para quién pueda pagársela, y otra de segunda que tendrá que sufrir los delitos e injusticias sin poder defenderse por carecer de los medios para ello. Además, el gobierno de los jueces y que protagonizaba el Consejo General del Poder Judicial, será nombrado de forma corporativista por los propios jueces, olvidando con ello que la justicia emana del pueblo y que son los poderes públicos a través del Parlamento quiénes deben nombrar sus miembros. Además, también, con ello ha roto el pacto por la justicia establecido por las fuerzas democráticas de este país. Y es que cuando el PP gana unas elecciones por mayoría absoluta, enseguida se olvida del consenso y de los pactos democráticos que ha acordado anteriormente. Por otra parte, también nos ha dicho Gallardón, que va a reformar la ley del aborto volviéndonos a los supuestos de 1985, con ello el PP quitará a la mujer el derecho a decidir sobre su propia maternidad y metiéndola en una terrible lotería en la que tendrá que justificar su decisión en cada momento, pudiendo ser incluida por ello dentro del código penal. Con esto, Gallardón, “el centrista”, nos separa de Europa y nos retrotrae treinta años en el tiempo.

También en esta semana se ha producido la sentencia contra Camps que ha sido declarado “no culpable” por un jurado popular formado por nueve personas empadronadas en Valencia. La sentencia ha causado grave alarma social pues todos hemos podido seguir  en directo abochornados las sesiones del juicio, y escuchado las declaraciones de testigos y las cintas grabadas por orden de los jueces. Para que hubiera sido declarado culpable, siete de los miembros del jurado lo hubieran tenido que proclamar así, y no cinco contra cuatro como se ha producido en esta ocasión. Y es que ser jurado en un caso como este es muy complicado, vivir, trabajar y tener la familia e hijos en las escuelas de una comunidad dominada por las denuncias de casos por corrupción debe ser una presión enorme para el jurado. Además todos hemos visto publicada en el periódico El Mundo, la foto de un militante del PP en el mismo hotel donde deliberaba los miembros del jurado. Este grave hecho, que no sé si será investigado, podría dar que pensar sobre posibles intenciones de mostrar quién es el que manda allí. Desde luego nuestra democracia tiene mucho que mejorar y en ello la derecha tiene mucho de responsabilidad. De todas formas, la sentencia, vergonzosa a todas luces, puede ser recurrida. Mientras tanto, acabo de conocer otro recorte más de Cospedal en Castilla La Mancha, y es que deja sin atención psicológica a 325 familias afectadas por casos de maltrato o abusos sexuales. Por otra parte, en Madrid se les están negando determinados tratamientos a enfermos crónicos por ser estos caros. Y esto no ha hecho más que empezar.