jueves, 1 de marzo de 2012

¿Hacia dónde pretenden llevarnos?

Ha sido una semana dura la que ha acaba de terminar después del éxito de las movilizaciones de los trabajadores contra la reforma laboral. Rajoy nos dice claramente que “ni las pancartas, ni la calle crean puestos de trabajo”, dejando a las claras que no ha entendido el mensaje ni la voz unánime contra una reforma que origina más injusticias, más paro y más precariedad para el trabajador. En el Congreso, Rajoy, se atrevió a decir que la reforma laboral “acaba con las injusticias del mercado de trabajo” y todo ante la satisfacción de muchos empresarios que ven conseguidos muchos de sus objetivos como poder despedir libremente y de forma más barata, reducir el salario cuando lo crean conveniente o rebajar la fuerza del trabajador ante la negociación colectiva. Lo cierto es que la CEOE impidió durante la legislatura anterior que se materializaran acuerdos entre empresarios y sindicatos porque contaban con la connivencia del PP, que torpedeó los acuerdos, en la esperanza de ganar las elecciones e imponer cada una de sus aspiraciones. Y así ha sucedido. Y no han tardado mucho para ir aplicando salvajemente la nueva reforma laboral. Cada día podemos leer sus terribles consecuencias en los hoteles, restaurantes de lujo o en muchas empresas, que están despidiendo a los trabajadores más antiguos, con 30 o más años de servicios en la empresa con una indemnización de 20 días por año y un máximo de 12 meses, hemos visto como en algunos hoteles les están queriendo cambiar la jornada laboral a sesenta horas semanales. La reforma laboral no está hecha, desde luego, para crear puestos de trabajo y así International Busines Times manifiesta que las medidas agresivas tomadas por el gobierno de Rajoy ahogarán y colapsarán España. Y dudo que el consumo se reactive con más precariedad e incertidumbre en los puestos de trabajo. Pero dice Rajoy, en el Congreso de los Diputados, que “cuento con la legitimidad de las urnas”. Cierto es que las urnas dan legitimidad, pero no el derecho a hacer lo que le venga en gana durante los cuatro años siguientes, la sociedad tiene el derecho a ser escuchada. Además, sobre todo, si en las elecciones no se quiso decir lo que se iba a hacer en caso de gobernar y se prometió todo lo contrario de lo que después Rajoy ha legislado, aún retumban las palabras de los máximos dirigentes del PP en el sentido de “no subir impuestos” o de “no abaratar el despido”. Y con ello, si Rajoy hay algo que no tiene es precisamente la legitimidad que tanto pregona pues ha accedido al gobierno engañando a los electores en lo que constituye un auténtico fraude.

Estados Unidos, poco a poco, está saliendo de la crisis con medidas distintas de la que Merkel y Sarkozy aplican en Europa. Y es que allí, por encima de la austeridad se está incentivando la inversión. Pero la organización empresarial, la CEOE, no se conforma con la reforma laboral, quiere más. Y ahora se ha atrevido a pedir que aplique una “amnistía fiscal”, o lo que es lo mismo que todo el que ha defraudado a la hacienda pública sea perdonado y empiece desde cero nuevamente. Y es que no hay mayor muestra de insolidaridad para con la sociedad que el fraude fiscal, desviar hacia otros lugares lo que a la sociedad le corresponde y que en muchos casos es corresponsable de la situación que hoy sufrimos. Lo cierto es que hoy en Europa los mercados acosan con la connivencia de muchos de sus gobiernos y, en numerosos casos, se imponen y sustituyen a la política. Muchas de las consecuencias ya las estamos viendo en forma de despidos más baratos, aumento de impuestos a trabajadores y clases medias, así como bajada de salarios. Cuando este periódico haya salido a la luz pública, muchos ciudadanos habrán visto una importante bajada de sus nóminas por la subida del IRPF.

Mientras tanto siguen los recortes en la sanidad y la educación públicas en las comunidades donde gobierna el PP. Y así Cospedal en Castilla la Mancha reduce la prueba del talón que se les hace a los bebés recién nacidos para detectar posibles enfermedades futuras. Para la señora Cospedal, nueva Secretaria General del PP, la prueba del talón es muy cara y quien la quiera que se la pague, sin embargo le acaba de subir el sueldo a sus altos cargos. No le ha bastado con eliminar la gratuidad de libros, o retirar becas, que tiene que jugar con la salud de sus ciudadanos. La prueba del talón se utiliza en Andalucía y ha ido aumentando el número de posibles enfermedades que se pueden detectar, hasta 30, y que provocan daños graves e irreversibles. Esto también está en juego en Andalucía el próximo 25 M.

Por otra parte, los jóvenes que antes eran el futuro, con los altos cargos de Interior se han convertido en “el enemigo” en palabras del Jefe Superior de Policía de Valencia que emplea palos contra libros. Esperemos que vuelva la cordura a los miembros del gobierno del PP que dirigen a la policía y se depuren responsabilidades para no volver a ver lo que han sido auténticas agresiones a menores por parte de quienes tienen la obligación de protegerlos. Estas son las nuevas formas del PP y que está despertando a valencianos del letargo en que han vivido. Esperemos que estas maneras no sean importadas a Andalucía.

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