martes, 13 de marzo de 2012

Más paro, otra consecuencia de la Reforma Laboral

La primera consecuencia de la reforma laboral y de las medidas del gobierno de Rajoy es un aumento galopante del paro en nuestro país. Además nuestra economía entrará en recesión, o lo que es lo mismo, irá en crecimiento negativo. Y esto no lo niega nadie, el mismo Rajoy lo ha advertido, más de setecientos mil parados nuevos en 2012, a pesar de que con sólo su llegada al gobierno se acabaría la crisis. Y es que Rajoy está tomando medidas en sentido contrario a las que hay que tomar, medidas distintas de las que crean empleo como las que ha puesto en marcha Obama en EE.UU. Rajoy nos anuncia, y lo vamos a ver cuando presenten los presupuestos para después las elecciones andaluzas, un recorte superior al 40 % en inversión. Con medidas así es imposible que se genere trabajo pues no se hará esa carretera que mejorará las comunicaciones, que necesita mano de obra y que potenciará a las empresas instaladas entre su recorrido, ni tampoco se construirá ese puente o túnel que modernizará comunicaciones y permitirá ahorrar importantes trayectos y acercará los productos a los consumidores. Ni ese centro de salud tan necesario, ni ese instituto de investigación, ni esa mejora en la planta de un hospital, ni se adquirirá maquinaria para mejorar nuestros caminos, carreteras… Y es que la ecuación, desgraciadamente, no puede ser más fácil, a menor inversión, menos empleo. A mayor inversión, más empleo. Inversión que además genera a su vez más inversión privada. Pero no, Rajoy va en la dirección incorrecta como la de aquel loco que iba por la autopista y veía a los demás en dirección contraria, y que desgraciadamente terminará estrellándose y hundiendo al país.

 Rajoy y su partido gobernante, el PP, tiene la determinación de no escuchar a nadie, no quiere oir otra cosa que no sea sobre sus medidas, los demás sólo le interesen el día en que meten su papeleta en las urnas, que para después vale todo. Pero su reforma laboral, su subida de impuestos a las clases medias y trabajadoras, su congelación del salario Mínimo,… va a traer otra consecuencia que muchos ni siquiera han pasado por su imaginación como es la eliminación de las clases medias. Sí, han leído bien, no es un anuncio catastrofista, el trabajador con la reforma laboral se convierte de forma inmediata en un coste que es necesario rebajar. Y el que quiera trabajar tiene que aceptar unas condiciones que además le pueden cambiar en cualquier momento, tanto en lo referente a salarios, horarios, turnos, organización, puesto,… y si no lo quiere aceptar siempre puedes tomar la decisión de marcharse del país. El escalón entre trabajadores y empresarios será cada vez alto, la brecha cada vez más insalvable, por lo que la clase media irá desapareciendo, aumentando los muy pobres. Y es que la reforma laboral nos lleva a condiciones de finales del siglo XIX o de casi semiesclavitud. Puede que con el tiempo vuelvan algunas empresas que se fueron a países más pobres en busca de mano de obra más barata, pero ya podemos imaginar cómo puede ser la contratación. Desaparecerán sueldos y jornadas dignas por salarios basuras y jornadas superiores a las actuales. Desgraciadamente, la sabiduría popular va imaginado un futuro en el que muchos contarán a sus hijos o nietos que una vez hubo un tiempo en el que todo era mejor. En estos días hemos podidos vez como Amancio Ortega sigue subiendo escalones en la lista de los hombres más ricos del mundo, pero ya vemos en qué países fabrica sus productos.

Rajoy no quiere escuchar, además ha dejado a trabajadores desprotegidos ante los malos empresarios. Los sindicatos han querido negociar, pero no han sido escuchados, no se les ha respondido siquiera a las misivas enviadas al Presidente. Así que no han tenido más remedio que verse obligado a convocar una huelga general para el 29 de marzo. Rajoy dice que no han sido capaces de llegar a acuerdo alguno, pero todos sabemos que la Confederación Empresarial no quería acuerdo pues el gobierno del PP iba a satisfacer todas sus reivindicaciones como así ha resultado. La verdad es que a Rajoy se le ha ido la mano con los empresarios, y los trabajadores han quedado a los pies de los caballos. Rajoy no ha sido el Presidente de todos y todas que prometió ser. Y los sindicatos, a los que la Constitución reconoce su papel, han visto como la reforma laboral disminuye los efectos de la negociación colectiva y por consiguiente de la defensa de sus trabajadores. El gobierno de PP, al que todavía quedan duras medidas que presentar para después de las elecciones andaluzas y que afectarán en gran medida a funcionarios y nuevos impuestos para trabajadores y clases medias, está desmontando todo el estado de bienestar. Sólo la voz ciudadana puede parar este desaguisado. Pero cuando se le señala a Rajoy que luche contra el fraude fiscal y contra la evasión a paraísos fiscales para disminuir el déficit, da la callada por respuesta. Los andaluces tenemos la oportunidad de parar esta marea azul y que nos lleva al país de Nunca Jamás.

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