Declaraciones

La semana del puente de la Constitución ha terminado con un mano a mano de declaraciones entre algunos ministros y el andaluz Zoído. Todos parecen pretender llamar la atención de los españoles con un "a ver quien llega más lejos" y a fe mía que han conseguido su propósito. Lo cierto es que han preferido hablar y mostrarse tal como son en lugar de permanecer callados. Anda Zoído, antiguo juez, muy triste porque el Presidente Del Nido ha sido condenado a siete años de cárcel por el Tribunal Supremo. Ello es normal entre dos personas que guardan una relación de amistad, entristecerse por las penas de los amigos. Pero el presidente del PP andaluz no se calla y termina mezclando sus deseos personales con la ciudad de Sevilla. "La condena de Del Nido no es buena ni para el Sevilla ni para la ciudad", soltó sin pensar el alcance de sus palabras y sin considerar que su profesión es la de juez y que al mismo tiempo es Presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).  El Tribunal Supremo ha condenado a Del Nido por haber esquilmado las arcas del ayuntamiento de Marbella dejándolo en la ruina más absoluta. ¿Esa es la defensa de Zoído como Presidente de la FEMP de los intereses de los ayuntamientos?, ¿ponerse al lado de quien ha saqueado a un ayuntamiento? ¿Seguirá siendo Presidente de la FEMP? Afirma Zoído que la condena no es buena para la ciudad y lo dice sin considerar su profesión de juez, mostrando con ello escasa profesionalidad. El Sr. Zoído no debe olvidar que siempre es bueno que se haga justicia y que los delincuentes expíen sus culpas en las cárceles. Lo que no es bueno para la ciudad es que el Presidente de uno de sus clubs más relevantes sea un delincuente, que eso desprestigia al club y a la ciudad. Lo cierto es que son los propios ciudadanos y aficionados sevillistas los que le han dado una lección a al Presidente del PP andaluz y en todas las encuestas han dejado claro que "quien lo ha hecho, que lo pague". Desde luego no es un digno representante de la ciudad quien hace declaraciones de este tipo prefiriendo que un delincuente campee libremente por la calle y sus delitos ocultados.