Mañana de niebla en Lebrija. Los niños y niñas acuden al cole. Por debajo de él, la nubes lo cubren todo. El Sol intenta hacerse camino un día más, pero las nubes se han aliado para ponérselo difícil. Una horas más tarde, el Sol se impone una vez más dejando a la luz el verde, el camino serpeante que se adentra en el horizonte junto a las obras del hospital. Mi amiga inmortaliza desde la ventana en alto del centro educativo tan bella estampa ante las miradas atónitas de veinticinco niños y niñas.