miércoles, 9 de mayo de 2007

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar, Sr. Alcalde?

Quedan apenas veinte días para las elecciones y lo que está ocurriendo en esta precampaña me llena de preocupación. Desearía que el próximo día 28 este pueblo amanezca con la esperanza de un nuevo mandato ilusionante para todos los lebrijanos y lebrijanas. Que los resultados obtenidos el día 27 sean respetados por todos, que no haya nada que pueda empañar esos resultados sean los que fueren. Porque la democracia está necesitada de respeto para que siga funcionando y no sea cuestionada por la población por el mal hacer de los políticos. Pero eso depende en gran medida de la precampaña y campaña electoral en la que se debe evitar el todo vale. Si todo vale y se hace de “todo”, los resultados que se obtengan de las urnas pueden ser puestos en entredicho y originar más crispación y odio. Y es mucho lo ganado con la democracia para que la irresponsabilidad de unos cuantos la pongan en peligro.


Me preocupa la actuación de usted como Alcalde en esta precampaña. Por el bien de Lebrija y de la democracia, desde estas líneas le pido que rectifique. Quedan pocos días y hoy aún está a tiempo, que mañana ya puede ser tarde. Si le queda un mínimo de sensibilidad democrática cambie la forma de actuar que está teniendo. Usted no puede ni debe impedir que los que opinan distinto a usted hagan política. Usted está queriendo tapar la boca a los socialistas, primero negó al PSOE que pudiera realizar su mitin de fin de campaña en la Plaza de España con excusas peregrinas, después mandó retirar arbitrariamente sus banderolas puestas en las barriadas. Cuando ya les permite volverlas a poner, en una pataleta ante la resolución de la Junta electoral de Zona que le obliga a quitar las vallas que usted financió con el dinero de todos los lebrijanos para su propio provecho, les vuelve a mandar un escrito en el que ordena nuevamente retirarlas apoyado en un ridículo informe técnico escrito quizás a su dictado, basado en que las banderolas podrían tirar las farolas, es decir quiere usted quitar nuevamente las banderolas a los socialistas. Y cuando ahora le piden otro sitio para el mitin final, ya que antes les negó la Plaza de España que ustedes si pueden usar cada vez que les viene en gana, les vuelve a poner pegas en el Hospitalillo con el único objetivo de impedir de nuevo la celebración del mitin fiesta socialista. ¿Hasta dónde está usted dispuesto a llegar Sr. Alcalde? Mire, con Franco se tapaba la boca a la gente, ni había campañas electorales, ni elecciones, ni candidatos y quien osaba levantar la voz solía terminar en la cárcel, pero eso era con Franco. Por el bien de todos y todas, de Lebrija, le pido que rectifique y colabore para que la campaña sea limpia y el pueblo pueda elegir libremente. Sólo así los resultados obtenidos serán respetados por todos y no puestos en duda.

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