martes, 6 de julio de 2010

Por la boca muere el pez

“No creemos que se deban ejecutar las obras de Corredera, porque ahora no es el momento”, dijeron los portavoces de los partidos de la oposición (PA y PP) en el último pleno. Y ese es el gran problema de estos señores y de los partidos a los que representan. Cuando ellos gobernaron, nunca encontraron el momento adecuado para acometer proyectos de envergadura, de hacer las cosas. Nunca encontraron el momento de llevar a cabo infraestructuras que, aunque molestas durante su ejecución, son completamente necesarias para el desarrollo de nuestro pueblo, la revitalización económica y, cómo no, para la generación de empleo. Y parece que siguen en las mismas.

“No creemos que se deban ejecutar las obras de Corredera, porque ahora no es el momento”, dijeron los portavoces de los partidos de la oposición (PA y PP) en el último pleno. Y es que cualquier pueblo requiere de gente decidida y con capacidad para liderar una ciudad. Personas que nunca encuentran el momento oportuno, personas que no son capaces de asumir el mínimo riesgo intrínseco que tiene tomar, tan siquiera, una decisión, poco tienen que aportar. Si de estos señores del PA y del PP dependiese, nunca hubiesen encontrado el momento oportuno de ejecutar obras como las de Calle Arcos, Cataño o la propia plaza de España. Si por ellos fuera, Lebrija seguiría anclada en el pasado, inmóvil, como demostraron cuando les tocó gobernar, en una eterna foto fija. Y es que por la boca muere el pez.