martes, 6 de julio de 2010

Una tragedia

Comenzó el mes de julio y en nuestra comarca lo vivimos con un acontecimiento que sentimos como una tragedia. Como una de esas cosas que de vez en cuando se leen en los periódicos pero que nunca pensamos que nos puede tocar y que sólo les ocurre a “los otros”. Y es que el mundo actual nos ha acostumbrado a funcionar a bases de dispositivos, de botones que de una forma mágica nos facilitan la vida. Y es que damos a un botón y la estancia se ilumina, incluso para subir o bajar un toldo. Y lo que siempre se ha recogido a base de ir con cántaros al pozo o a la fuente, hoy un grifo, magnifico invento, nos la pone en el lugar de la casa que deseamos. Y es que el agua se ha convertido en el elemento más apreciado. Son muchos los expertos que pronostican que será fuente de guerras y de conflictos en el futuro más inmediato. Es un bien que cada vez escasea más y al que millones de personas no tienen acceso. Nosotros no, afortunadamente vivimos en eso que muchos llaman el mundo civilizado. ¡Qué lejos nos parecen esos tiempos en que los lebrijanos acudían con sus cántaros al Alamillo!, o aquellos en que una vez llegada el agua a nuestras casas, las averías nos dejaban durante días sin tan preciado elemento y las cubas llenaban los recipientes que sacaban los vecinos por nuestras calles. Pero si repasamos el pasado, no hace tanto tiempo de eso. Yo lo he vivido y Lebrija está llena de aljibes y depósitos como testigos mudos de una época pasada. Por eso que el agua despareciera de nuestras casa sin siquiera avisarnos, representó una tragedia, una auténtica tragedia que hizo que los ciudadanos comprasen botellas y garrafas en los comercios de nuestra comarca. Algo más de 24 horas sin podernos asearnos bajo una ducha o en una bañera. Toda una comarca, más sesenta mil personas, desde El Palmar de Troya, Las Cabezas, Lebrija, El Cuervo con todos los poblados que hay por el camino. Fue muy curioso que una vez solucionada la avería que provocó la tragedia, el mismo sábado, los ciudadanos acudían a los comercios para seguir acaparando agua porque se había corrido el bulo de que se volvería a cortar y por más días. ¿Quién o quiénes corrieron la noticia y con qué finalidad? No lo sabemos pero fue muy efectivo pues las estanterías se fueron vaciando de agua envasada. Fenómenos cómo este, nos tienen que hacer ver que el mundo civilizado no es tan fuerte como aparenta. Y lo que antiguamente tenía carácter de normalidad, hoy es una incomodidad insoportable.

El pasado miércoles, último día del mes, se celebró el Pleno correspondiente al mes de junio. Fue un pleno extraño en el que casi todo se aprobaba por unanimidad pero que por lo que ocurría en la sesión, parecía lleno de voces discordantes desde la oposición pero que al final votaban a favor. Quién hizo de portavoz del PA fue el Sr. Cuéllar, bastante sereno por cierto, pero que tuvo que rectificar sus decisiones en algunas ocasiones pues esa serenidad no le daba la clarividencia necesaria para al menos enterarse de lo que se hablaba. Además siempre fue a remolque del portavoz del PP. Y lo que parecía un Pleno para felicitarnos por lo conseguido,” los señores del no”, Javi Monge y D. Francisco Bellido ponían la nota triste y discordante. Lo cierto es que el Señor Bellido del PP volvió a soltar sus odios y sus rencores sobre Lebrija para volverse después a su domicilio en Sevilla. Es inaudito que en un día en el que nos tenemos que felicitar todos los lebrijanos por la confirmación de la consecución definitiva de la ITV para nuestra ciudad, el Sr. Bellido nos cuente sus batallitas y las gestiones que no fue capaz de realizar cuando gobernaba. Y es que parecían mostrarse tristes por tan buena noticia para Lebrija de la consecución de la ITV que va a aportarnos desarrollo económico y con la que ya no va a ser necesario que nos desplacemos más a Utrera, Jerez, Villamartín o a algún otro lugar. Lo cierto es que al final votaron a favor, pero con sus intervenciones sólo consiguieron crear lo que mejor saben hacer, crispación. Y es que en “los señores del No”, la responsabilidad brilla por su ausencia. Al final del Pleno, como en otras muchas veces, el Sr. Bellido terminó perdiendo los papeles perdiendo el respeto a la institución y a los propios vecinos. Y es que el Sr. Bellido es así, sufre cuando él no es el protagonista y tener que callar cuando hablaba el recién nombrado candidato a la Alcaldía por el PP, Sr. Javi Monge, es algo duro para él.