martes, 12 de abril de 2011

La muy desleal oposición

A medida que nos acercamos a las citas electorales, el PP se va mostrando más nervioso. El anuncio de Zapatero de no presentarse a las elecciones los ha dejado en fuera de juego. Todo su proyecto se caído de la noche a la mañana, y toda su estrategia sobre la maldad de Zapatero ahora no les sirve pues el PP se ha quedado sin discurso. Y su reacción ante tamaño desconcierto es disparar a todo lo que se mueva o diga algo, sea a Carmen Chacón, o a Rubalcaba, o a Bono, se asemeja al torpe cazador que dispara a una bandada de aves por si cae alguna. Y han sacado nuevamente lo más rancio de sus equipajes con la ayuda de esos poderes ajenos a la política que quieren a Rajoy en el gobierno. El primero en bramar fue Francisco Camps, “Hemos ganado, Zapatero se va para siempre, lo hemos echado”. Y lo dice un individuo que provoca vergüenza ajena y al que la justicia va pisándole los talones, el mismo que ha llenado sus listas en la Comunidad Valenciana de imputados por corrupción, tirando con ello a la basura el código ético y de regeneración democrática que con tantos focos presentaron. Los líderes del PP se están mostrando como falsos patriotas, no les interesan ni España, ni sus ciudadanos. Se han puesto entre ceja y ceja conseguir el gobierno de España a costa de lo que sea, aunque esto último sea malo para nuestro país. Lo vienen demostrando desde que estalló la crisis financiera y económica, no hay medida a la que no se opongan. Mientras el resto de partidos y sindicatos llegan a acuerdos y aprueban medidas, el PP sigue instalado en el “No a lo que sea”. Cuando salgamos de la crisis, que ocurrirá, la historia pondrá a cada uno en su lugar. Rajoy sin duda alguna será recordado como el miserable que miró más por su partido que por España. Y es que la derecha en este país cree que el gobierno les pertenece porque le viene de cuna. Manifiesta Rajoy que tiene soluciones para la crisis, pero no las anuncia y en su casa no hay una cola de líderes mundiales para pedírselas. Lo cierto es que Rajoy fue Ministro de España con Aznar, ocupó cuatro ministerios en Madrid y nadie lo recuerda por algo positivo. Tan sólo se distinguió por su pésima gestión del Prestige, “los hilillos de plastilina” fueron su mayor notoriedad para llenar las viñetas de los grandes humoristas. El PP no ha dado la talla como principal partido de la oposición. Ya se lo ha dicho la socialista y Ministra de Defensa Carmen Chacón, “Los políticos en democracia tienen que dar la talla en el Parlamento y no en los probadores”.

Pero en el PP parece darles igual. Y vuelven a las andadas, convocan manifestaciones contra el gobierno. Este fin de semana lo han vuelto a hacer. El motivo, “apoyo a las víctimas del terrorismo”, la realidad fue como siempre muy otra, “Zapatero dimisión”, “Rubalcaba a prisión”. Aunque esta vez han tenido un “gatillazo” porque no les ha salido como han querido, tan sólo 17.300 personas que ellos convierten en cientos de miles como si de panes y peces se trataran. Lo cierto es que ante los focos han quedado lo más granado de la ultraderecha junto a ex-ministros y líderes del PP, y tampoco ha faltado la bandera anticonstitucional con el aguilucho, en las fotos están. Y es que la nostalgia es la nostalgia. Pero si examinamos la realidad no había motivo alguno para la manifestación que por cierto no convocaron antes las varias decenas de asesinados por ETA durante los gobiernos de Aznar. La banda terrorista ETA está en el peor momento de su historia y a punto de desaparecer, siendo rara la semana que no cae detenido algún que otro etarra. Pero sus ayudas mediáticas les prestan auxilio como el diario ABC, “La detención de comandos no es una estrategia original de este gobierno y no sirve para despejar dudas”, ha escrito vergonzosamente en sus páginas, y la verdad es que no sé a qué dudas se refiere como no sea a la capacidad de Rajoy para ganar las elecciones, porque el gobierno socialista se ha mostrado enormemente eficaz en la lucha contra ETA, el gobierno que no ha permitido que ETA se rearmara durante la tregua, y también el gobierno que más comandos ha detenido, salvando muchas vidas con ello. El gobierno tiene que gobernar y apoyar a las víctimas, pero también evitar víctimas futuras. Sin embargo, Arenas con su habitual demagogia nos dice que “las víctimas tienen siempre razón y hay que seguirles”. Pero no, no es así, las víctimas merecen su apoyo y hay que resarcirlas en lo que sea menester, pero no son ellas las que tiene que marcar la política antiterrorista. El colmo lo bate como siempre el diario El Mundo en su pretendida ayuda al PP, “Rubalcaba es el eslabón podrido que no cree en la democracia”. Lo dice el mismo periódico que permite el artículo de Sostre, alguien que en cualquier periódico de Europa no tendría cabida, y que se manifiesta comprensivo con el asesino de la mujer embarazada a la que degolló porque iba a romper la relación. Lo cierto es que esta es la leal oposición del PP en España.

No hay comentarios: