martes, 17 de mayo de 2011

22 de mayo

El próximo domingo no es un día cualquiera, se celebran elecciones municipales. Los lebrijanos y lebrijanas depositarán sus papeletas en las urnas para decidir quién regirá los destinos de nuestra ciudad durante los próximos cuatro años. Los ciudadanos cuentan con numerosos elementos para decidir su voto, en ello ocupa un lugar importante lo realizado por los distintos candidatos y candidatas en los pasados cuatro años, tanto desde el gobierno municipal con Mari Fernández como Alcaldesa, como la actuación llevada a cabo por los miembros de la oposición. Lebrija siempre ha destacado por su participación en las elecciones, siempre ha sido consciente de la importancia de votar o de no hacerlo. Saben que no votar es tanto como decidir que los otros decidan en tu lugar, algo que no se lo han permitido a nadie. Es mucho lo que ha costado la democracia como para dejar ahora que otros dispongan en nuestro lugar. El lebrijano y la lebrijana son celosos de su voto, no se lo dan a cualquiera y aprende además de errores pasados. Cuando un ciudadano vota, lo hace pensando en lo mejor para su ciudad, en lo mejor para el futuro de su pueblo y de sus gentes, y rehúye del que tan solo se ha instalado en la bronca diaria. El lebrijano es respetuoso y exige respeto hacia sus instituciones y a quienes la dirigen, entienden que faltarle el respeto a la institución es como si se lo faltaran a él mismo. Todo ello le da un referente importante para votar por Lebrija. El lebrijano está en la calle y sabe mejor que nadie lo que se ha hecho y lo que falta por hacer, y no necesita a nadie que desde otras tribunas le señalen lo que ya conoce, tampoco que le indiquen como malo lo que sabe que es bueno para su ciudad. Por eso tampoco se confiará el día 22, e irá a votar porque nada se habrá ganado hasta que se cierre la urna a las ocho de tarde y se contabilice la última papeleta. Por eso los lebrijanos y las lebrijanas irán a votar, y el que no pueda hacerlo por alguna circunstancia, lo hará por correo.

Cuatro años son pocos si se tiene una buena alcaldesa al frente, y largos si el alcalde es un inepto. Estos cuatro años se han hecho grandes cosas y se han sentado bases para el futuro. Una ciudad para todos y todas ha estado en el punto de mira de la acción de gobierno. Los ciudadanos, los mayores, sus niños y niñas, su salud, los autónomos, empresarios, la cultura, el deporte, sus infraestructuras, sus barrios, sus comunicaciones… no se ha excluido a nada ni a nadie. Una ciudad más habitable, humana y moderna que los vecinos ven con satisfacción. Pero como dice nuestra Alcaldesa, “queda mucho por hacer”. Y ahí están los candidatos, con sus fotos, con sus hechos para que los lebrijanos voten a los más capaces para hacer las cosas que pueblo necesita, sobre todo en las situaciones difíciles que vivimos, alguien que contribuya con su trabajo diario a hacer una Lebrija mejor y que apoye a sus autónomos, agricultores y empresarios en la creación de empleo. Hubo quienes en época de bonanza, cuando las cosas iban bien económicamente, que hicieron poco, muy poco, algunos de ellos presentan su rostro nuevamente ante toda Lebrija como si ésta no tuviera memoria. Cada uno ha presentado su programa electoral, y leyéndolos se ve claramente quien conoce Lebrija, quien lo hace desde la responsabilidad. El que se siente perdedor ofrece de todo lo imaginable y lo inimaginable, cuente o no con medios para ello, saben que no podrán llevarlos a efecto, pero también saben que no gobernarán. 

El día 22, las urnas nos esperan. Y los lebrijanos y lebrijanas tienen una cita con ellas porque quieren votar por Lebrija.

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