martes, 10 de mayo de 2011

Comienzo elecciones y atentado contra la torre

El pasado jueves a las 12 de la noche dio comienzo la campaña electoral para elegir a nuestros representantes en el Ayuntamiento y que lo gobernarán durante los próximos cuatro años. La llegada de la democracia supuso la torre de lanzamiento que iba a sacar a nuestra ciudad del olvido para colocarla en los puestos de cabeza de las ciudades más emprendedoras y creativas. El 22 de mayo próximo no es un día más, en él se decide el futuro de un pueblo, quién desean los lebrijanos y lebrijanas que ocupe la Alcaldía para regir los destinos de Lebrija. Votar o no votar no es lo mismo, no votar es dejar que otros decidan en nuestro lugar. Los lebrijanos contarán en estos días con las distintas candidaturas, los programas electorales y con la panorámica de la actual Lebrija para decidir. Mari Fernández, nuestra Alcaldesa, se presenta con una campaña austera, de acuerdo a los tiempos de crisis que nos acompañan, pero innovadora y limpia. Y es que lo innovador y lo creativo no están reñidos con la austeridad. No realizar una campaña austera sería una ofensa a los tiempos que vivimos. Por otra parte las campañas electorales nos pueden dar una idea sobre el candidato o candidata a elegir, no es lo mismo ofrecer más de lo mismo a base de papeles y más papeles que el viento despega de nuestras paredes y ensucian nuestra ciudad, que apostar por algo distinto, limpio, y que llegue a todos los ciudadanos. En una campaña se puede ver la capacidad de innovación y creatividad de los aspirantes a gobernar. Y es que sólo desde la innovación y la creatividad se puede apostar por el empleo y colaborar en la salida de la crisis que padecemos. Hemos visto como Mari Fernández tampoco ha hecho el clásico informe de gestión a todo color y que llega a todas las viviendas, tampoco hacía falta pues era costoso e innecesario. Y es que en Lebrija no hay mejor informe de gestión de los cuatro años que terminan que realizar un paseo por nuestra ciudad y ver todo lo realizado en esta legislatura. Mari Fernández lleva a cabo una campaña para Lebrija y desde Lebrija en la que los propios hombres y mujeres cuelgan sus propias pancartas, no es necesario traer empresa alguna de fuera de Lebrija para ello. También Mari Fernández ha apostado por las nuevas tecnologías y que tan necesarias son hoy para nuestro propio desarrollo.

Pero no todo iba a salir de color de rosa durante la campaña. Y unos elementos, que ya intentaron coger por la fuerza lo que las urnas no les dan porque de entrada la rechazan, han atentado contra Lebrija y su patrimonio cultural y artístico. Quizás aprovechando el bullicio de nuestra fiesta más representativa, las Cruces de Mayo, desde la cobardía que da la oscuridad de la noche, un grupo de individuos e individua, algunos muy conocidos por actuaciones anteriores en nuestra localidad, decidieron boicotear la campaña electoral a las municipales del 22 de mayo próximo. Y para ello armados con sprays, cúter y cañas, se dedicaron a emborronar con su negro pensamiento las fachadas de nuestras barriadas, calles y viviendas de Lebrija. Nuestra alcaldesa, los carteles pegados por el PSOE en las chapas instaladas para ello por el Ayuntamiento y las pancartas colocadas entre farolas eran sus objetivos. No les dio tiempo de mucho pues fueron descubiertos pronto por la Policía Local y puestos a disposición judicial. Desgraciadamente sí ensuciaron grandemente nuestras barriadas y, para colmo, atentaron gravemente contra nuestro patrimonio histórico artístico y catalogado como bien de interés cultural, la parroquia y nuestra torre, la Giraldilla. Una gran pintada en la base de la torre que además no se puede eliminar fácilmente con un poco de pintura y tendrán que acudir especialistas en restauración. Esperemos que sujetos como algunos de los detenidos no se le vuelva a dar una plataforma para su voz porque al fin y al cabo han actuado delictivamente y no son ejemplo de nada. Ahí queda la pintada sobre nuestro monumento más emblemático para ejemplo de lo que no es razonable en una sociedad tolerante como la lebrijana. Esperemos que los jueces tomen las medidas oportunas para que no se vuelva a repetir actos como estos que dicen poco de quiénes lo realizan y manchan a Lebrija entera, porque, ¿qué van pensar los visitantes sobre los lebrijanos cuando vean la pintada de la torre? Por otra parte es necesario que algunos políticos se den cuenta que no todo vale y que por conseguir unos votos no se pueden apoyar actuaciones realizadas por este sujeto, que la memoria está ahí y las imágenes de algunos apoyándolo todavía están en la memoria colectiva de Lebrija, y si es necesario las colgaré en mi blog para recuerdo de lo que no puede ser. Esperemos que no se vuelvan a ocurrir este tipo de actos y los lebrijanos y lebrijanas puedan decidir sin más sobresaltos sobre el futuro de Lebrija el 22 de mayo.

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