Como indicaban las encuestas

Hace apenas una hora que se han dado casi por definitivos los resultados de las elecciones generales del 20 de noviembre. Ha ocurrido lo que indicaban las encuestas, mayoría absoluta en España del PP que tendrá a Mariano Rajoy como Presidente. Ha pasado precisamente lo mismo que en el resto de países europeos donde se han celebrado elecciones y han salido derrotados los partidos que ocupaban el gobierno. Y es que la crisis hace estragos con los gobiernos allí donde se producen elecciones, lo mismo que le pasará a Merkel y a Sarkozy que van perdiendo elección tras elección autonómica y cuya popularidad cada vez está más por los suelos.

Y en España ha pasado todo lo que se venía señalando, El PP ha ganado las elecciones prácticamente con los mismos votos de siempre, apenas 200.000 votos más en el total de España. Ya lo indicaba Rubalcaba, el PP solo ganaría si los socialistas se quedaban en casa o el voto de izquierda se fracturaba que en definitiva es lo que ha pasado. Dos puntos de abstención y un reparto de votos entre otras fuerzas minoritarias, ha supuesto la mayoría absoluta del partido de Rajoy. Ni la pérdidas de votos populares en Valencia y Madrid han impedido la victoria popular. Y es que aquellos que acusaban al bipartidismo como la causa de todos los males patrios, han fomentado con ello la abultada mayoría del PP. Hoy Rajoy tiene las manos libres para hacer todo aquello que desea llevar a cabo y que ha callado en gran medida durante todo el proceso electoral, tan sólo se ha subido en la cresta de la ola de la crisis y se ha dejado llevar por la misma que le ha conducido a la victoria sin esfuerzo apenas, no dando ruedas de prensa, ni contestando preguntas.Significativo ha sido como el pasado sábado, día supuestamente dedicado para la reflexión, varios periódicos de la derecha pedían sin pudor alguno desde su portada el voto para Rajoy (ABC, La Gaceta, La Razón, El Mundo) eso sin hablar de las cadenas televisivas repartidas entre la derecha mediática como Intereconomía que acusaba a Zapatero y Rubalcaba como responsable de todos los males, no ya de España, sino del resto del mundo. Hoy Rajoy pide seriedad y un ejercicio de responsabilidad al resto de los partidos, precisamente la misma de la que ha carecido el partido popular que no ha ayudado en los momentos más duros de la crisis, más bien al contrario pues las declaraciones inoportunas del mismo Rajoy, o de otros personajes como Cospedal o Aznar, han puesto a España en más de una ocasión en situaciones comprometidas ante Europa.

Rajoy nos vendió durante todo el período que ha estado en la oposición, que la crisis se solucionaría con el cambio de gobierno, algo en lo que ha dedicado su esfuerzo desde que perdió las elecciones en 2008, sin embargo ahora dice que no tiene la varita mágica, que se tardaría años en crearse empleo en el país. Lo cierto es que no se puede pasar de irresponsable a responsable de la noche a la mañana sin quedar en evidencia. El gobierno socialista se vio obligado ante el ataque de los mercados a tomar decisiones que lo han erosionado electoralmente como se ha comprobado este 20 N, pero ha dejado claro también que ha antepuesto por encima los intereses del país de los electorales del PSOE. Todo lo contrario de lo sucedido con el partido popular.

Hoy el PP tiene una gran responsabilidad ante los ciudadanos que lo van a observar con lupa y que desde luego no van a permitir la reducción del estado de bienestar y de la eliminación de los derechos cívicos y ciudadanos. Y es que si algo debe tener en consideración Rajoy es que España es mayoritariamente una sociedad de progreso que huye de la mojigatería rancia de muchos de los dirigentes populares. Son muchos los retos que tiene Rajoy por delante, pero ahora tendrá que dejar su ambigüedad y gobernar, y tendrá que hacer lo posible por reducir déficit y deuda, pero para ello deberá considerar que no sólo se lleva a cabo con recortes sociales que los ciudadanos no le van a permitir, también debe generar ingresos luchando contra el fraude y la economía sumergida. Y por supuesto tendrá que tomar medidas claras y contundentes contra la corrupción y que tanto dinero se ha llevado de las arcas públicas, y para ello deberá dejar de entorpecer la acción de la justicia con argucias legales en la que se especializó el Sr. Trillo. España debe seguir modernizándose y continuar como vanguardia de derechos cívicos, y si intentan reducirlos también se encontrará a los ciudadanos enfrente, especialmente a la mujer que es la más atacada en sus planes de iguldad. Si pretende ser presidente de todos los españoles, debe dejar de ser el adalid de ciertos sectores de la CEOE y que pretenden aprovechar la nueva coyuntura política para el recorte de derechos a los trabajadores, como el abaratamiento del despido o la reducción del desempleo. Los españoles no le van a permitir la privatización de la sanidad y de la educación y debe buscar fórmulas para mejorar su gestión que no pasen ni por el copago, ni de convertirlos en un negocio de unos pocos.
Tres millones de votos ha perdido el PSOE por tomar unas medidas que han salvado al país del rescate de los mercados, votos que la mayoría no han servido para nada pues han ido a otras fuerzas que no le han servido para obtener diputados. Si esos votos de progreso se hubieran concentrado en el partido que más representa a los trabajadores, el resultado hubiera sido claramente otro, pues como indiqué inicialmente, el PP ha ganado prácticamente con los mismos votos que en las últimas generales. Es claro el resultado andaluz, como por ejemplo IU que sólo ha obtenido en Andalucía dos diputados, por los que en seis provincias son votos perdidos, Tampoco ha obtenido diputado alguno UPyD o el Partido Andalucista, ya prácticamente desaparecido de la vida política y acuciado por las deudas.

Dentro de unos meses habrá elecciones en Andalucía y los ciudadanos tendremos que hacernos muchas reflexiones que hacer si no queremos a un Arenas que arde en deseos de ocupar la presidencia andaluza. Se han cumplido las encuestas, pero los españoles están más decididos más que nunca a defender sus derechos, y en ellos Sevilla será vanguardia una vez más porque ha parado a la derecha.