"Queremos una Lebrija en la que se pueda pasear por los parques” dijo el nuevo presidente del PP lebrijano Francisco J.M. en una rueda de prensa dada en este semana. Una convocatoria ante todos los medios que apenas duró tres minutos, y en la que no sé si su única intención era salir en la tele, en la radio o en el periódico. Porque de decir algo nuevo, nada de nada. Y es que parece ser que toda política ecologista del PP lebrijano se reduce a tres minutos y a la frase de marras.
“Queremos una Lebrija en la que se pueda pasear por los parques” dijo el portavoz popular. Y nosotros también. Y mis vecinos. Y mis amigos. Todos y cada uno de los lebrijanos queremos una Lebrija en la que se pueda pasear por los parques. Y en ello se está en el gobierno municipal, en hacer una ciudad más habitable y no en crear unos parques como los de la UR-8 “Cuesta de Belén”, en los que en lugar de pasear, se podrá rodar, ¿recuerdan?, gobernaba el PP junto al PA.
“Queremos una Lebrija que se pueda pasear por los parques” dijo el portavoz popular que también preguntó por unos árboles sin enterarse nuevamente que han sido transplantados a diversas zonas de Lebrija. Lo cierto es que en política hay que ser más serios y enterarse bien de los temas que para eso cobran, y no decir obviedades que todos asumimos. Decir que “queremos una ciudad que se pueda pasear por los parques”, es como decir “queremos que el agua que salga de los grifos sea limpia y clara”, o “queremos una Lebrija que sea iluminada todas las mañanas por los rayos del sol”. Y es que política, donde se decide sobre cosas que inciden en la vida ciudadana, hay que ser más serios. Claro, que a lo mejor es que no se tiene nada que decir. Y es que por la boca muere el pez.
