martes, 16 de noviembre de 2010

Contradicciones

  • No hay nada más importante en una gestión que la coherencia. Ser coherente en todo lo que se hace, se practica o se dice es muy valorado por los administrados, por los ciudadanos, aunque a veces esa coherencia en base a ese bien último lleven a tomar medidas que a veces no gustan pero que no se pueden eludir. Es de suma importancia gestionar en base a un plan preconcebido, a un modelo de ciudad, a un modelo de gestión sin actuaciones que desdigan el fin último que se pretende. El que gobierna no debe de ir dando “palmaditas en la espalda” a todo el mundo, diciendo que sí a todo. Contradecirse en el hacer diario significa perder credibilidad ante los ciudadanos y de ahí a la falta de respeto no hay nada más que un paso. No es lícito actuar en base a los intereses del momento, no es en absoluto ético. Decir hoy una cosa y mañana su contraria y que además se haga con cierta asiduidad, convirtiéndose en normal, es desprestigiar a las instituciones que se representan y se manda un mensaje encubierto de que todo vale. Los ciudadanos esperan que sus políticos actúen con responsabilidad y que el bien común desde sus distintos puntos de vista sea lo que guíe el día a día de la acción política. Los partidos que no gobiernan porque no han ganado las elecciones tienen que comportarse con lealtad a su ciudad, son ellos los que deben buscar las posibles incoherencias del que gobierna mediante la acción de control y darlas a conocer, pero en ningún momento deben decir lo contrario de lo que piensan, lo contrario, en definitiva, de lo que harían si estuvieran gobernando. Y esto le está pasando con cierta notoriedad al Partido Popular en España, en Andalucía y en la mayoría de las ciudades y pueblos donde no gobiernan y que están, por consiguiente, en la oposición. Actuar como lo hace el PP es faltar el respeto a los ciudadanos, es tratarlos con menosprecio, como si éstos fueran inocentes que tragan con todo lo que se les diga, y precisamente no es así. Aún no he visto una seria reflexión en el PP andaluz y español sobre por qué no ganan las elecciones, siempre buscan culpables ajenos a sus actuaciones, como si los andaluces o los españoles fueran “bobos” que se dejan engañar por el PSOE. Eso no es atacar al Partido Socialista, es ni más ni menos que una manera muy burda de insultar a los ciudadanos.

  • Y es que desde el PP llevan tiempo lanzados por la pendiente del “todo vale”. No a todo o a casi todo, que decir que sí a algo les parece como dar oxígeno al gobierno y que les aleja de llegar a él. En estos días hemos visto las imágenes de cómo un líder del PP en la oposición de un pueblo muy bonito de Granada, Maracena, marcaba las consignas a sus concejales, les señalaba el camino a seguir para ganar las elecciones. Las tengo colgada en mi blog, no tienen desperdicio y os animo a entrar en él para verlas y escucharlas. “Hay que machacar al Alcalde”, “hay que llevarlo todo a la fiscalía”, “hay que trillar la ciudad”, En eso consistía toda la estrategia del PP para ganar las elecciones, ni una sola propuesta en el camino. Armar escándalo, ruido, mucho ruido aunque este sea de poco recorrido y la más de las veces contrario a los intereses de su ciudad. Y el video que lo han grabado desde el mismo PP, y lo han colgado ellos mismos en la red los deja en evidencia ante toda España porque en ello consiste su estrategia en cada pueblo y comunidad de España, lo vemos en el día a día que se refleja en cada rincón de este país. Poca responsabilidad, mucho cinismo y mucho prostituir la política. Hace unos días se lo decía claramente Zapatero a Rajoy en el Congreso, “la sensibilidad ante las pensiones se demuestra cuando se está en el banco azul (en el gobierno) y no en la oposición”. Y es que de nada vale criticar mucho si cuando han tenido la posibilidad de gobernar han hecho lo contrario de lo que hoy dicen, y lo contrario de lo que harán si ganan las elecciones. Hablan de viviendas sociales y no las construyen cuando gobiernan, hablan de becas a estudiantes y cuando están en la Moncloa las reducen. En estos días hemos visto las grandes manifestaciones de estudiantes universitarios en Inglaterra porque les han subido las tasas al triple de lo que costaban antes de que llegara Cameron al poder, que por cierto se ha convertido en el modelo del PP para aplicar sus medidas si llegan a la Moncloa. Por cierto, una reflexión, ¿cuántos estudiantes británicos se habrán arrepentidos de no ir a votar en las elecciones y permitir con ello el gobierno de la derecha en el Reino Unido?

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