Así de claro es como han llamado en la prensa
alemana a Arias Cañete, “el hombre de las cavernas”, el candidato del partido
popular a las elecciones europeas. Y es que en Europa han mostrado su asombro y
estupor y la prensa europea se ha hecho eco de la verdadera naturaleza del
candidato. Ahora se comprende la razón por la que Cañete sólo leía en el debate
con la candidata socialista, dejarlo que hablara y mostrara su pensamiento hubiera
exhibido a los ciudadanos y ciudadanas su extremo machismo, su naturaleza
misógina hacia la mujer y su alma de troglodita. Las redes sociales en internet
echan humo y al candidato, terrateniente y coleccionista de coches de lujo en
una España que sufre, ya lo califican como el “homo Cañetus”, probablemente el
eslabón perdido entre el hombre de Neanderthal y el de Cromagnon. Increíble la
razón de Arias Cañete para justificar haber perdido el debate con la socialista
Elena Valenciana, y a cada razón que da, aumenta el sonrojo en la calle. Y es
que según Cañete “no se empleó a fondo porque su contrincante era una mujer y
demostrar su superioridad intelectual se interpretaría como machismo”, “que si
hubiera debatido con Rubalcaba hubiera podido ser él mismo y hubiera demostrado
su poderío masculino”. Ahí queda retratado el candidato y su partido, más
rancio imposible. Visto lo ocurrido, da la sensación de que el candidato
popular aún no se ha enterado de que las mujeres también votan. Lo cierto es
que Cañete tiene un muy grave problema al pensarlo, otro al decirlo, y otro
mayor al no rectificar y su partido otro muy grande al dar la callada por
respuesta. Si malo es que Cañete, el que aconseja comer yogures caducados y
ducharse con agua fría para ahorrar durante la crisis, sea el candidato, peor y
más responsabilidad tiene quién lo ha designado. Y es que al fin y al cabo ya
sabemos lo que opina Rajoy sobre la igualdad, no hay que olvidar que el PP fue
el único grupo que votó en contra del pacto de estado contra la violencia de
género. Lo cierto es que Cañete perdió la vergüenza con un comentario soberbio
y machista que muestra un desprecio hacia el 50% del electorado y que
representa la mujer. Un comentario muy lejos de la España real de hoy donde,
con grandes dificultades como las que ponen personajes como este, la mujer se
abre camino. Después de todo esto me temo que el partido popular no admita
nuevos debates. La fotografía de Cañete ya la conocemos muy bien en Andalucía,
siempre con la boca abierta a tragarse lo que sea y relegando a sus
agricultores al último lugar en el
reparto de la PAC después de ser los primeros en la lucha ante Bruselas. Hablar
de Cañete hoy es hablar del decimonónico y trasnochado señorito andaluz,
personajes como el de la ya famosa entrevista de Jordi Évole a Cayetano
Martínez de Irujo, de la casa de Alba. Pero ahí está, el que piensa que “a los
regadíos hay que manejarlos como a las mujeres”.
Ya se acaba una campaña electoral que prácticamente
no ha existido y que el partido popular boicotea porque no quiere que la gente
vaya a votar pues piensa que así ganará las elecciones. Y es que quién tiene la
obligación de animar al voto ciudadano no lo hace, pretende que la izquierda se
quede en casa para convertir el resultado de las elecciones en un plebiscito
que le sirva de justificante de todos los recortes realizados y derechos
eliminados y también como justificante de todos los nuevos recortes que tienen
ocultos para los días posteriores al 25 de mayo. Es por ello, por la sanidad
pública, por la ley de la dependencia, por la educación, por las becas de nuestros
jóvenes, por los derechos laborales eliminados, por lo que el domingo tenemos
que ir a votar pues, como dice la candidata socialista, Elena Valenciano, “si
ganan Cañete y Rajoy pierden las mujeres porque perdería la igualdad y la
libertad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario