martes, 28 de julio de 2009

Eliminar la tutela judicial en los despidos

Nuestra lengua es muy rica en términos, podemos utilizar diferentes modos para referirnos a una misma cosa. También se puede quitar intensidad a las tragedias con las palabras adecuadas o, al contario, convertir en tragedia lo simple. Del mismo modo se pueden enviar mensajes escondidos o camuflados entre un numeroso grupo de palabras. El titulo de esta columna es un ejemplo de la riqueza de uso de nuestra lengua. Y suena hasta bien, y es que hasta invita a dar la razón a quien lo dice, al quedar el receptor del mensaje un poco anodadado ante los términos utilizados. Lo cierto es que “eliminar las tutela judicial en los despidos” ha sido una de las peticiones de la patronal empresarial, representada por la CEOE, en las negociaciones habidas entre sindicatos, gobierno y patronal, que dicho sea de paso han actuado más como viejo patrón de principios del siglo XX que como auténticos empresarios. Pero como diría un castellano viejo, “al pan, pan y al vino, vino”, es decir, las cosas por su nombre. Y en esa estamos.

Lo cierto es que por primera vez en lo que llevamos de democracia se ha roto el diálogo social. Y lo ha hecho la CEOE, pues los sindicatos han actuado “exigentes pero responsables”. Y se ha producido esta ruptura cuando más se necesitaba de la concertación social ante la grave crisis económica que azota al mundo. Parecía que antes del día dos de julio todo iba por buen camino y que se podría llegar a un acuerdo. Pero desgraciadamente ese fatídico día el Presidente del PP, Sr. Rajoy, tuvo un almuerzo con la cúpula de la organización patronal que es como merece llamarse a partir de ahora. No sabemos lo que hablaron entre copas y aperitivos, pero lo cierto es que desde ese momento se produjo la radicalización de los representantes de la patronal y vinieron las peticiones imposibles para con nuestro estado de bienestar. Y es que pedir la rebaja en las cotizaciones de la seguridad social para los empresarios en algo más de cinco puntos, es poner en peligro el futuro de este sistema de Seguridad Social que nos hemos dado entre todos y que tanto nos ha costado construir. Hemos dicho más de una vez que los trabajadores no han producido la crisis económica que padecemos y que por lo tanto no deben ser quiénes paguen sus consecuencias. Pedir también que los días de baja de un trabajador a partir del cuarto día lo pague íntegramente el gobierno, o que éste asuma el pago completo de la seguridad social de trabajadores sometidos a un E.R.E. (expediente de regulación de empresa), es decir no al diálogo social. Y es que todas estas peticiones de la patronal vienen a comprometer el déficit público y el equilibrio del sistema de la Seguridad Social. Es más que evidente que desde la CEOE se ha buscado principalmente que no se llegara a acuerdo alguno porque no ha habido voluntad para ello. Pero lo que ya ha rizado el rizo ha sido la petición patronal de “eliminar la tutela judicial en los despidos”, que dicho de otra manera desde la CEOE se pretendía desregular el marco laboral para que un trabajador despedido no pudiera acudir a los tribunales. O lo que es lo mismo, “el despido libre”. Esto es decir no a la concertación que es lo que al fin y al cabo se pretendía. Los trabajadores, han dejado claro los sindicatos, no pueden salir de la crisis con recortes en derechos sociales.

Todos los analistas coinciden en que el irresponsable no al diálogo social por parte de la patronal ha tenido un origen y finalidad política por encima de todo, quizás favorecer los intereses del Partido Popular de que cuanto peor esté la situación, más probabilidades tendrían ellos de provocar una grave crisis política que terminase con el acceso del PP al gobierno de la nación. Pero sabemos que no todos los empresarios han estado de acuerdo con la actuación de la cúpula de la CEOE. Y es que, como ya ha dicho alguno, por pedir tan sólo les ha quedado, como en la edad media, volver al derecho de pernada.