Este domingo he podido leer en el diario El País una interesante encuesta llevada a cabo por Metroscopia. En la misma se pregunta a los ciudadanos sobre la situación económica y sus consecuencias en la vida política. Son varios los datos que se desprenden y que son especialmente interesantes. En una de la preguntas se cuestiona sobre cómo calificarían la actual situación económica de España. Las respuestas pueden ser desde Muy buena, Buena, Regular, Mala y Muy Mala. Siendo calificada por el 93% los españoles como Mala y Muy mala. Prácticamente unanimidad entre los encuestados. Posteriormente se pregunta sobre cómo calificarían su situación económica familiar. Y la respuesta dada es sorprendente. El 39% de los españoles califican su situación económica como Muy buena y Buena. Muy mala es para el 9% y Mala para el 23%. Un 29 % de los encuestados la califican como regular. Es muy contradictorio, demasiado contraste, entre calificar la situación económica de España como Muy Mala y Mala, mientras que una mayoría declaran su situación particular como Muy Buena y Buena. Razonablemente la situación económica de España no puede ser al mismo tiempo Mala para España y Buena para cada español. Y es que desde hace mucho tiempo se viene insistiendo que en la crisis económica influye mucho la confianza que tienen y perciben los ciudadanos. Como algunos dicen, “es cuestión de confianza”. Por eso para la salida cuanto antes de la crisis se necesita la unión porque es cosa de todos. Y así se está haciendo en toda Europa que todos apoyan las medidas del gobierno ante la crisis económica y financiera, también la oposición que mira más por los intereses generales de todos los ciudadanos que por los particulares del partido que está en la oposición. Ese es el enorme ejemplo que Europa nos está dando a los españoles. Unión ante la crisis, no existe otro interés al margen de sacar a cada país de la crisis.
Pero desgraciadamente no es esa la situación de España. Cuando todo esto pase y sea un mal sueño se hablará largo y tendido sobre el papel que ha tenido cada uno, especialmente en el PP de Rajoy, Aznar y Arenas. Y Rajoy que tanto habla de España, cuando ésta lo necesita, se esconde. Cuando Rajoy no votó las medidas contra la crisis estaba negando el apoyo a esa España que tanto dice querer. Durante todo este tiempo se ha dedicado a poner palos en las ruedas, chinitas en el camino, creando desconfianza y aumentando el descrédito. Cada vez que Rajoy, “el patriota”, hablaba, subían los intereses y bajaba el euro. Es muy triste observar como Rajoy se ve cada día más feliz y alegre. Y es que únicamente ha buscado sacar tajada de la crisis sin importarle los españoles de a pié. Pero afortunadamente no le ha cogido al PP gobernando durante la crisis, ya que además de una grave crisis económica, tendríamos una grave crisis social. El daño que se le hace a la imagen exterior de España es inmenso, y lo hacen sin pudor y sin vergüenza. Rubalcaba, ministro socialista, lanza el mensaje que se debe hacer llegar, el que contribuye a crear confianza, el que pone su granito de arena para salir de la crisis. Lo ha dicho claro y alto este domingo en Andalucía, “España es un país que trabaja”, “un país que sabe hacer bien las cosas y que cuando tiene que hacer sacrificios los sabe hacer”, “y que además es la octava potencia del mundo”. Qué diferencia entre unos y otros. Pero el PP se ha quedado sin discurso alguno, está más preocupado de tapar sus casos de corrupción de la Gürtell y por llegar al gobierno a través de elecciones anticipadas, las mismas que los españoles han rechazado en la encuesta de Metroscopia en la que han dejado claro que no es hora de adelantar elecciones para no paralizar la toma de decisión de medidas.
Esta semana nos hemos encontrado con la buena noticia de que el paro ha disminuido por segundo mes consecutivo, el tercero en Andalucía. Ha sido el mejor dato de un mes de mayo desde 2005 y hay que remontarse a 1998 para encontrar un registro mejor. Andalucía la segunda comunidad autónoma en que más ha crecido el empleo. Esta buena noticia hay que celebrarla porque ayuda a crear confianza, no hacer lo dicho por el PP que casi parecía asistir a un funeral. Y es que se les nota demasiado. Desde el PP deberían ser más coherentes, y si Rajoy dice tener recetas contra el desempleo que las diga y que además las aplique en las comunidades donde gobierna, Castilla y León, Canarias, Murcia y Valencia, porque en esas el paro ha subido en lugar de disminuir. Y si dicen que hay que ser austeros que lo apliquen en los gobiernos y comunidades donde gobiernan que están al frente del déficit como Madrid y Valencia. ¡Ay con los regalos, qué malas consecuencias traen!
