martes, 15 de junio de 2010

Extraño rumbo

Extraño y errático rumbo el que lleva el Partido Popular desde hace varios años. Tan extraño que tiene desconcertados e irritados a sus compañeros de la derecha en las democracias europeas. Y eso a pesar de no gobernar. Lo cierto es que en Europa están descubriendo con horror y espanto la realidad sobre la ideología del PP español. Rajoy no ha apoyado en España las mismas medidas que están aplicando en Alemania, Francia, Italia, Bélgica… y se ha propuesto como objetivo seguir los consejos de quién lo designó como Presidente del PP, exigiendo la dimisión de Zapatero y el adelanto de las elecciones para las que aún quedan dos años. Y en Europa están que trinan pues ya le han advertido que adelantar las elecciones sólo traería más incertidumbre y desconfianza, y únicamente serviría para agravar la crisis. Pero Rajoy erre que erre, quiere llegar al poder cuánto antes. Y para ello lo que sea, incluso se atreve a animar y apoyar las distintas huelgas que se pudieran convocar. Y que la derecha pida o apoye una huelga es para que el trabajador se preocupe. Lo cierto es que Rajoy no puede ser más irresponsable, parece un tipo serio pero se comporta como un bufón que no sería capaz de gobernar. Y bien que lo tiene demostrado en su partido, roto y dividido, con la única cohesión que el miedo de que en los dos años que quedan para las elecciones siga saliendo por las alcantarillas de la Gürtell toda la porquería que se ha acumulado en los últimos catorce años.

Y mienten. Y lo hacen siguiendo los principios del Ministro de la Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels para el que una mentira a base de repetirla mil veces se convierte en realidad. Y con ello han querido meter el miedo en el cuerpo a nuestros pensionistas a los que les han mentido repitiéndoles que el gobierno de Zapatero les ha bajado las pensiones. Y ahora dicen que en Andalucía les han subido el IRPF a los trabajadores. Y lo vuelven a repetir. Y ni a los pensionistas les han bajado las pensiones, ni a todos los andaluces les han subido los impuestos. Y es que de igual manera que se ha bajado el sueldo de funcionarios, también se ha subido el tramo autonómico del IRPF a aquellos cuyas rentas son superiores a los 80.000 euros anuales. Y ellos saben que esto es así. Lo que dejan a las claras que no se comportan como estadistas mirando por los intereses generales de España y de sus ciudadanos, sino que su acción política carece de todo sustento y base ética. Es difícil para cualquier país gobernar con una oposición que actúa de esta forma. Y ahora Arenas, del que se acaba de descubrir según hemos visto en distintos medios, que tardó diez años en terminar la carrera de derecho, nos dice que Griñán amenaza a las cajas. Pero no es así, lo que se ha hecho desde el gobierno de la Junta de Andalucía es imponerle un nuevo impuesto según el volumen de sus depósitos. Y el objetivo de esta medida no es recaudar, sino de que por fin fluya el crédito y de que los bancos y las cajas apoyen a los proyectos que crean empleo.

Y desde el PP dicen que se han convertido en el Robin Hood del siglo XXI. Apoyan huelgas y dicen ser los defensores de trabajadores, pasan de la ultraderecha más recalcitrante al marxismo más radical. Y lo hacen sin haber dado el paso de condenar la dictadura franquista. ¿Quién les cree si cuando gobernaron con una crisis económica de menor calado rebajaron las becas a los jóvenes y bajaron el salario mínimo? ¿Así es cómo el PP apoya los jóvenes?

Se acaba de celebrar en el Parlamento Andaluz el debate sobre el estado de Andalucía en el que Arenas entró como “campeón” y volvió a salir claramente derrotado ante Pepe Griñán, nuestro Presidente de la Junta. Arenas no llegó a presentar ninguna propuesta para el ajuste del déficit y la recuperación económica, se presentó vacío porque no tiene nada que ofrecer a los andaluces salvo palabras altisonantes y huecas. Arenas se demostró estar agotado y sin propuestas. Se quedó con el paso cambiado ante la contundencia y coherencia de las propuestas de Griñan. Incapaz de reconocer que los indicadores económicos andaluces comienzan a ser positivos y continuó con su discurso catastrofista, del “cuanto peor, mejor”. Arenas rechazó que los más ricos hagan un esfuerzo mayor para salir antes de la crisis. Lo cierto es que terminó haciendo el ridículo pidiendo la repetición del debate. Y es que el mal estudiante aspira a ver si repitiendo y repitiendo aprueba alguna vez y gana el debate en Andalucía. Pena de líder. Y pensar que fue Ministro de España.