martes, 17 de marzo de 2009

¡VIVA LA VIDA!

Los sueños se pueden cumplir. Desde luego que sí para esta familia gaditana condenada a no tener hijos o a verlos morir prematuramente. Estos padres humildes han dado un regate al destino fatal que les aguardaba en un recodo del camino. Y es que de un hogar con sombras y penumbras, marcado por una terrible enfermedad genética, se ha pasado a una casa con luz y color. La salud se disfruta aún más cuando se ha padecido la enfermedad y el futuro es incierto. Enhorabuena a esta familia. Y a aquellas a los que hechos como el ocurrido en el Hospital de Sevilla les trae algo de esperanza. Enhorabuena también para estos magníficos profesionales médicos que desde un principio han pasado de falsos debates y han tenido claro que lo verdaderamente ético es salvar vidas. Enhorabuena a todos y todas por contar con una Ley de Reproducción Asistida, pese a la intransigencia de la iglesia y otros sectores miopes de la sociedad que no la votaron, y que nos permite seleccionar embriones sanos para que nazcan hijos libres de enfermedad. Espero y deseo que esos sectores puedan disfrutar de estos grandes avances médicos si tienen la desgracia de necesitarlos, y si no quieren, desde luego que contarán con mi respeto. Con otro gobierno de la derecha radical de la que tristemente contamos en nuestro país, este gran paso no hubiera sido posible, algo a tener en cuenta para los que dicen que no hay diferencias entre unos y otros, y Andrés estaría condenado a morir joven. Hoy me siento orgulloso de ser andaluz. Y también de mi habla andaluza.

Hace unos meses ya tuve la oportunidad de escribir sobre “el derecho a tener un hijo sano”. Hoy el pequeño Javier ha dado la vida a su hermano Andrés. Y todo en nuestro sistema público de salud donde el humilde, como en este caso, disfruta de los mismos servicios que el que cuenta con más medios económicos. Javier fue el primer bebé nacido en España libre de una terrible enfermedad hereditaria (Beta-talasamia) e incurable y que condena a quien la padece a sufrir transfusiones de sangre cada dos semanas. El destino de su hermano y de la familia cambió al trasplantarle con éxito sangre del cordón umbilical. Y es que la Junta de Andalucía ofrece entre sus servicios la técnica del Diagnóstico Genético Preimplantatorio.

“Yo no me lo pensé dos veces”, decía con orgullo la madre de Andrés. La familia lo tenía claro. Para ella “lo auténticamente difícil ha sido vivir con la enfermedad”. Y a partir de ahora podrá simplemente vivir, algo que hace unos días le estaba negado. Espero que desde sectores de la iglesia se olviden cuanto antes de esos falsos debates que no les benefician en absoluto y que para nada sirven. Afortunadamente nuestras vidas están en manos de profesionales de la medicina y no de religión alguna. Lo cierto es que mientras para el gobierno de la Junta de Andalucía este problema se soluciona poniendo medios e invirtiendo dinero para la investigación científica con células madres, para otros hay que acudir a la intervención divina, y si ésta no lo arregla, es que “los caminos de dios son inescrutables”. Y es que la iglesia que condena todo progreso que parte de la ciencia y que beneficia a las personas, considera horrendas las prácticas en las que se eliminan embriones enfermos. Y no me parece en absoluto serio no poner al menos la misma fuerza en la condena de situaciones que hacen que muchos niños y niñas hoy mueran de hambre en el mundo. Y es que para los sectores que actualmente dirigen la iglesia sólo existe adoctrinamiento y el poder. Se alejan del mundo real, no evolucionan y tratan de someter a todos con falsedad e hipocresía. El presidente americano, Obama, ha vuelto a abrir en su país la investigación con células madres embrionarias que prohibió Bush. Ello ha llenado de alegría y revitalizado al mundo de la ciencia. Y los enfermos de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, diabetes, fibrosis… tienen un motivo para la esperanza. Y es que Vive y deja vivir, Viva la vida.