jueves, 18 de marzo de 2010

Morir con dignidad es un derecho

El Pleno del Parlamento ha aprobado hoy la Ley de derechos y garantías de la dignidad de las personas en el proceso de la muerte. En Andalucía no podrá suceder lo mismo que en el hospital Severo Ochoa de Leganés en la que un movimiento del gobierno popular de Esperanza Aguirre en contra de la Sanidad Pública, permitió que los médicos no pudieran tratar en su dolor a personas en fase terminal. Nuevamente ha tenido que ser Andalucía pionera en materia de salud en la que los ciudadanos podrán pasar con dignidad sus últimas horas. No podrán los médicos negarse pues lo que es calmar el dolor de las personas es considerado dentro de la Ley aprobada en el Parlamento como buenas prácticas médicas. La ley también protege a los profesionales de la medicina que no se verán jamás con inseguridad jurídica en su práctica. Vivir nuestros últimas días con dignidad es un derecho en Andalucía que recoge nuestro Estatuto de Autonomía y que mandata al Parlamento para que legisle en este sentido. La medicina no sólo debe curar enfermedades e investigar sobre nuevos tratamientos que nos hagan más felices, sino que además debe procurar que el doloroso trance de la agonía sea sin dolor.

Lamentar que una vez más que desde el Partido Popular se haya pretendido que el médico pudiera oponerse a practicar cuidados paliativos en este doloroso momento basada en una mal entendida objeción de conciencia. Morir con dignidad es hoy en Andalucía un derecho que muchos ciudadanos reclaman diariamente de los profesionales médicos ante la dura agonía de sus seres queridos y a la que algunos se negaban por esa inseguridad jurídica que les podía acarrear graves consecuencias. Desde hoy el médico podrá atender y calmar con absoluta tranquilidad el dolor del agónico.

Desde aquí mi pequeño homenaje también al Dr. Montes, perseguido por el PP por ayudar a muchos enfermos terminales en su agonía.