lunes, 4 de julio de 2011

"De su responsabilidad política"

La pasada semana se celebró en el Parlamento andaluz el debate sobre el estado de la Comunidad. Durante el mismo, el Presidente Pepe Griñán dejó descolocado a un Arenas cada vez más perdido y aturdido ante los cantos de sirena de quiénes le dan como ganador dentro de nueve meses. Griñán propuso veintisiete medidas dirigidas a la transparencia política, un nuevo Plan de obra pública que contentó a sindicatos y empresarios, así como un plan contra el fraude social. Destacó la propuesta del Psoe andaluz de suprimir el “privilegio” a cobrar una pensión a los expresidentes, así como la prohibición de que los diputados puedan percibir otra retribución pública o privada distintas de las de sus sueldos como parlamentarios. Lo cierto es que ante ello, las caras de los diputados del PP se tornaban del rosa al amarillo, y sus sonrisas al inicio de la sesión, se transformaron en enojo e irritación. El Sr. Arenas no iba a quedar fuera en estos cambios populares de cambio de color y de estado de ánimo. Y es que Pepe Griñán lo dejó fuera de lugar presentando ante la Presidenta del Parlamento sus tres últimas declaraciones de la renta, que además realiza de forma conjunta con su esposa por lo que no ha ocultado ni un solo euro de lo percibe. Además retó a Arenas a que hiciera lo mismo. Ante ello Arenas se puso muy nervioso y su rostro pasó por diversos colores. Arenas nunca ha hecho público sus ingresos tras pasar muchos años por distintas entidades y cargos públicos. Sin embargo lleva años diciendo que iba a dar conocer sus ingresos, algo que jamás cumple, la última vez en mayo de 2010 con el bombo de hacerlo ante un notario.

La primera señal de transparencia de los cargos públicos es que sus salarios estén a disposición de todos los ciudadanos, algo que en el PP siempre niegan y ponen en entredicho. El portavoz socialista les ha dicho muy claro que “si siguen ocultando sus datos económicos se estarán desacreditando como líderes andaluces”. Lo cierto es Arenas no respondió en el debate al reto de Griñán, pero al ver la repercusión que había tenido la acción del Presidente andaluz, declaró ante los medios que lo haría esa misma tarde, pero matizó que enseñaría “los provenientes de su responsabilidad política”. Matización que dejó a las claras que tiene otros ingresos y que a los ciudadanos “no nos importa su origen”. Mal político Arenas, y mal líder andaluz que pretende gobernar Andalucía con esa falta de transparencia. Lo cierto es que han pasado seis días y aún no ha hecho públicos sus ingresos. Y la verdad es que ya tenemos curiosidad por conocer la causa de su obstinación a no declarar públicamente su renta, lo que viene a demostrar una vez más su carencia de valores democráticos. Hoy son muchos los que dicen que Arenas está “echando cuentas” para ver si son presentables o no. Lo cierto es que el Presidente Griñán, en un ejemplo de transparencia, los presentó por propia iniciativa, sin que nadie se los reclamase. Y Arenas debe dar a conocer todos sus ingresos porque así lo exigen los valores democráticos que pretende representar, es su obligación como cargo público elegido en las urnas y su responsabilidad política, y si no lo hace pondrá la sombra de la duda en los ciudadanos. Los políticos tienen muchas responsabilidades, entre ellas la claridad en lo que ganan. Arenas debería reconocer que con actuaciones así, pone en cuestión los principios mismos de la democracia. Van seis días sin que Arenas presente públicamente sus declaraciones del IRPF y esperemos, por el bien de las instituciones democráticas que pretende representar, que no pasen muchos más.

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