Por la boca muere el pez, y después dimitió

“Claro que me pago mis trajes, yo me pago mis trajes”, dijo Camps a los distintos periodistas. (ver blog, www.rafaeltous.blogspot.com) Y lo dijo entre risitas, pero la verdad que se veía que lo decía con la boca pequeña y sin contundencia. Lo cierto es que del “Claro que me pago mis trajes”, pasó al “"Los regalos me fueron fueron realizados como Presidente del PP y no como Presidente del Gobierno de la Generalidad", como si ambas cosas se pudieran separar, como si por la mañana pudiera ser Presidente del gobierno de la Comunidad de Valencia y por la tarde Presidente del PP. Y es que el Sr. Camps toma por tontos a los ciudadanos con ese tipo de afirmaciones. Al final más de 14.000 euros en regalos sólo para él, sin considerar “los detallitos” para su señora y los nenes como se desprende de las escuchas ordenadas por el juez.

“Claro que me pago mis trajes, yo me pago mis trajes”, dijo Camps. Lo cierto es que mintió a los ciudadanos como reconoce al decir primero que él se pagó sus trajes y después que se lo regalaron como Presidente del PP, algo más que suficiente para dimitir o para que fuera cesado. Y no fueron tres tristes trajes, como quieren minimizar desde el PP, sino bastantes más. Y los que se lo hicieron, “su amiguito del alma” como él lo llamaba, y al que “quería un huevo”, no era otro que el representante de una trama, Gürtel, que pretendía obtener contratos de la administración y que recibió desde 2005 por varios millones de euros. Y ahora desde el PP valenciano se aferran a las urnas, a la desvergüenza de decir que Camps fue absuelto por el voto ciudadano, como si la justicia no existiera.

“Claro que me pago mis trajes, yo me pago mis trajes”, dijo Camps. Pero el juez lo deja claro en un Auto muy contundente (ver blog) con el que lo sienta en el banquillo, "las prendas fueron recibidas y aceptadas por ellos a sabiendas de quien asumiría su importe". Rajoy tiene la palabra ahora, acompañar a Camps o cesarlo. Este país no puede seguir pasando por la vergüenza de que el principal partido de la oposición justifique y no cese a los corruptos, España espera más seriedad de quien pretende ser Presidente del Gobierno y no dar la callada por respuesta. Y es que por la boca muere el pez.