sábado, 10 de febrero de 2007

Cumplir la ley

Los procedimientos son importantes. Los procedimientos no son meros trámites formales burocráticos como en tiempos pasados si no que, acordes con la Constitución, son garantía de transparencia, de calidad y eficacia de la actuación de las administraciones públicas en el servicio a los intereses generales. Los procedimientos garantizan a los ciudadanos de que las acciones de gobierno se hacen de acuerdo a la ley. Nadie puede saltarse los procedimientos sin incurrir en ilegalidad, hay más de una autoridad juzgada o detenida por saltarse los procedimientos que obligan a todos y en especial a los encargados de administrar lo público. Quienes afirman que los procedimientos son una traba para gobernar, están manifestando el deseo de ejercer el gobierno sin ningún tipo de control, con arbitrariedad, algo más propio de otra época o de una república bananera. El control de los procedimientos en el gobierno municipal se ejerce desde las figuras del Secretario y del Interventor que deben ser las máximas garantías de que todo se hace con respeto a la ley, también por parte de la oposición que tiene la obligación de controlar al gobierno y también a través de los medios de comunicación que tienen el deber de informar de forma veraz sobre lo que sucede y están obligados a denunciar cuando un gobierno se salta a la torera los procedimientos, es decir, incumple la ley. Nunca es excusa decir que la oposición retrasa alguna ejecución del gobierno municipal porque denuncia el incumplimiento de la normativa y procedimientos, solo lo retrasa quien no cumple con ellos.
Viene todo esto a colación porque esta semana nos hemos encontrado con la noticia de incumplimiento de procedimientos en la futura concesión de una obra municipal, se trata en este caso de la reforma del pabellón cubierto municipal que tanta falta hace en Lebrija. Siempre que se va a realizar una obra pública a través de empresas privadas hay unos pasos que cumplir, unos procedimientos que seguir de forma obligatoria y que el Secretario e Interventor deben asegurar. En Lebrija hay muchos empresarios de la construcción, todos con igualdad de derechos a la hora de poder acceder a las obras públicas, si el Alcalde se salta un procedimiento a la hora de adjudicar obras puede estar beneficiando a un empresario respecto al resto. Y por lo tanto podría estar cometiendo un delito. Para que todo empresario pueda acceder a una obra tiene que existir un pliego de prescripciones y un proyecto básico elaborados por los técnicos municipales. El empresario que desea optar a la obra pública tiene que conocer el proyecto básico para poder hacer su licitación y su proyecto de ejecución. Si el proyecto básico falta del expediente, como ha ocurrido en esta ocasión, la gran mayoría de empresarios lebrijanos no pueden optar a la obra. Y ahora no se puede decir que se está faltando a los intereses de Lebrija por denunciar la situación ilegal. Don Jerónimo debería ya saber que cumplir con los intereses de Lebrija es también cumplir con la ley. Y que solo retrasa las obras quién no trabaja, quién no cumple con la ley. Así que Don Jerónimo debería dejarse de armar algarabía, como gusta decir a D. José Caro del PP, y ocupar su despacho que está vacío todas las tardes y ponerse a trabajar, que Lebrija necesita un alcalde que haga las cosas bien, que trate a todos los empresarios por igual y que no ponga más en entredicho la honorabilidad del Ayuntamiento.
En estos días también he podido leer unas declaraciones del Alcalde respecto del caso de los sobresueldos ilegales a la policía local. Dice Don Jerónimo “que el Ayuntamiento tiene fundamentos suficientes para recurrir la sentencia y ganarla”. Y si los tiene, ¿por qué no los empleó en el primer juicio? Con la acción realizada y los argumentos empleados todo el mundo le quita la razón al Alcalde, desde el sindicato recurrente, el Secretario, el Interventor, el mismo Juez. Si tiene otros argumentos ¿por qué no los utilizó entonces? O ¿es que tan solo pretende alargar el proceso? ¿O quizás se trata de un farol? Lo cierto es que con todo lo pasado lo único que me queda claro de todo esto es que Don Jerónimo ha utilizado a la Policía local para sus fines partidistas y que ellos se han dejado utilizar separándose del resto de los trabajadores municipales. Y es que quizás Don Jerónimo haya querido seguir la máxima de “divide y vencerás”. Aunque en este caso sólo haya podido dividir.

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