El presidente de la Generalitat Valenciana, Camps, ya no puede considerarse conocido únicamente por el cargo que ocupa y que desacredita. Ahora ya podemos hablar del "franquista Camps" que se niega a cumplir la ley de la Memoria Histórica y a retirar los símbolos franquistas. Opina de forma pintoresca que no son una exaltación franquista sino un cambio de época.
El Sr. Camps de clara naturaleza franquista, debería conocer que su opinión aquí importa poco. Que él debe ser el ejemplo del primer cumplidor con las leyes y no el primero en boicotearlas. El que se pronuncia en contra del estado autonómico junto a Aznar, y el de la "España, Una y Libre" es el primero en demostrar que es un español de pacotilla. No es la primera ley del Estado que boicotea, lo intentó con la asignatura de Educación para la ciudadanía, la Ley de la Dependencia...
Mientras tanto Rajoy, Arenas y otros dirigentes populares le muestran su apoyo sin discusión. Y se muestran por encima de la ley como cualquier dictadorzuelo. ¿Acaso temen algo? Mientras tanto Camps sólo rinde cuentas ante Dios y se colabora con Doña Rita para que Franco siga siendo alcalde honorífico de Valencia.
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