lunes, 14 de marzo de 2011

Es difícil escribir

Resulta difícil escribir sobre cualquier tema relacionado con la política local o nacional cuando todavía están frescas las imágenes que las fuerzas de la naturaleza han ocasionado en Japón. En un instante el país nipón ha temblado como nunca lo ha hecho, en mi blog he colgado las vivencias que sobre el terremoto han escrito algunos españoles residentes en Tokio (http://rafaeltous.blogspot.com/2011/03/un-espanol-relata-su-peripecia-en-japon.html). Lo cierto que Japón es el país del mundo que mejor tiene preparados sus edificios para hacer frente a terremotos, además cuenta con los mejores sistemas de protección civil para dar respuesta inmediata a la tragedia. Pero a todo ello se ha unido la fuerza devastadora del mar que se ha tragado pueblos enteros. El número de víctimas reales tardaremos en conocerlo. Y también se les ha unido un nuevo elemento en el que en este momento, 13 de marzo, desconocemos todavía sus consecuencias. Lo cierto es que las centrales nucleares en Japón estaban preparadas para resistir fuertes terremotos pero no para hacer frente al tsunami que estos pueden provocar. Y la energía nuclear, que se vende como limpia y barata, ha tenido que evacuar de sus residencias hasta el momento a más de 300.000 personas, y esperemos que este caso no termine por convertirse en nuevo Chernobil.

Hasta hoy estaban en un primer plano de la actualidad de nuestro país los temas relacionados con la energía. Y es que vemos como el petróleo se está encareciendo a precios jamás alcanzado. Sus países productores se han visto de la noche a la mañana convertidos en fuente de conflictos pues sus habitantes se han cansado de vivir bajo duras y sangrientas dictaduras, luchan por la democratización de sus naciones y la desaparición de sus dictadores. Y Libia, el país que más petróleo y gas natural nos proporciona, se ha visto inmerso de buenas a primeras en una guerra civil. Ante ello y el encarecimiento de los precios del petróleo, algunos reclaman el uso a mayor escala, de la llamada “energía limpia y barata”, la nuclear, en nuestro país. Por lo que el debate sobre este tipo de energía vuelve a ponerse en el disparadero. Rajoy lo acaba de decir claramente en uno de sus actos, “hay que utilizar todo tipo de energías además de las renovables, también la procedente del carbón y también la nuclear”. Lo cierto es que en la situación actual en que nos encontramos son convenientes medidas de ahorro, lo que hacer cualquier familia responsable cuando le suben un bien de consumo de primer orden. Y si el petróleo nos sube, pues habrá que tomar medidas para ahorrar en una fuente que además tiene sus días contados. Este gobierno hace tiempo que toma medidas en este sentido, y así España es la potencia más importantes en la creación de electricidad mediante energías renovables procedentes del sol y del viento. Y ello hasta el punto que, al contrario a como se viene diciendo y se da como cierto, es España desde el año 2004 la que exporta electricidad a Francia y no al revés (http://www.elmundo.es/accesible/elmundo/2011/03/04/ciencia/1299271402.html). Lo cierto es que la actual crisis económica y financiera que padece el mundo, se complica con los precios del petróleo actuales y que pueden dar al traste con las medidas de ahorro. Y las últimas medidas del gobierno vuelven a ser ridiculizadas e incluso boicoteadas, de forma irresponsable, en algunas comunidades gobernadas por el PP. Me refiero a la reducción de la velocidad máxima a 110 km/h y la bajada de los billetes en un 5% a los trenes de cercanía y media distancia. Pero, sin embargo, la medida es de manual y se ha hecho porque lo permite nuestro ordenamiento jurídico desde 1998 en que gobernaba Aznar. Fue precisamente el anterior presidente del PP quien aprobó la ley 34/98 sobre hidrocarburos y que recoge en su artículo 49 que “todos los consumidores tienen derecho al suministro de petróleo en el territorio nacional”, y en su apartado dos del mismo artículo también contempla que el Consejo de Ministro podría adoptar en situaciones de escasez algunas medidas entre las que se señalan las “limitaciones de velocidad máxima de tránsito rodado en vías públicas”. También contempla otras limitaciones mayores pero invito a leer la normativa. Pero desgraciadamente la demagogia y la poca vergüenza son hoy valores en alza en la derecha española y critican medidas que ellos propusieron para situaciones como las que vivimos hoy.

Lo cierto es que el ser humano está deteriorando el planeta día a día desde que comenzó su actividad industrial, algunos magnates prefieren tener buenos ingresos a corto plazo que pensar en qué planeta podemos dejar a nuestros hijos y nietos. Yo desde luego, por muy segura que nos digan que son las centrales nucleares, posiblemente con esto me acusen de “cateto”, no quiero disfrutar de la vecindad de una central nuclear, aunque tenga que pagar más cara la luz. Y es que como dice uno de los principios de Murphi, por muchos chascarrillos que se puedan sacar, “todo lo que puede ocurrir, antes o después terminará ocurriendo”.

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