martes, 1 de marzo de 2011

Realmente cómico

¿Imagináis a Hitler dando un mitin arremetiendo contra la pena de muerte entre el humo de los crematorios? ¿Cómico? Más bien triste, recordar a Hitler y sus crímenes masivos en las cámaras de gas es algo muy triste pero que conviene no dejar en el olvido. Sin embargo hubiera resultado realmente esperpéntico haber visto al dictador nazi arremeter contra la pena de muerte. La escena probablemente hubiera servido a Chaplin en su magnífica película “El gran dictador”. A veces en política surgen personajes esperpénticos, más propios de personajes surrealistas del cine. Y Rajoy no se encuentra muy alejado de ellos, ya lo demostró con lo del chapapote y sus famosos hilillos de plastilina o cuando recurrió a su primo, profesor de universidad y que aún debe ir por ahí escondiendo su vergüenza, para negar el cambio climático. Serían muchos los casos a citar y que han servido para llenar las tablas de los escenarios en los monólogos del Club de la Comedia. Pero Rajoy siempre está dispuesto a satisfacer a los seguidores de este tipo de espectáculos. Y a fe mía que lo ha vuelto a conseguir.

Lo cierto es que el Partido Popular ha incluido en el borrador de su programa electoral para las próximas elecciones, bajo el título de “Regeneración”, un apartado en el que se propone medidas muy contundentes contra la corrupción. Y la verdad es que suena a broma de mal gusto, y los foros y las redes sociales de internet se han llenado de bromas y chascarrillos sobre el tema. Si lo hubiera propuesto unos días antes, seguramente habría inspirado alguna letra del carnaval gaditano. Pues sí, y aseguro que no es ningún chiste, El PP propone endurecer las medidas contra la corrupción en el Código Penal. Hay que reconocerle a Rajoy el mérito de poseer la capacidad para superarse a sí mismo. Y lo ha hecho justo al tiempo que se ha nombrado de forma oficial a Francisco Camps como candidato a la presidencia de la comunidad Valenciana. “No hay polémica. Es honesto e inocente”, ha salido rápidamente al paso D. Javier Arenas, amigo del alma del imputado Camps. No ha importado nada que tras el caso de “los trajes” haya informes policiales que denuncian la financiación ilegal del PP. Lo cierto es que ya lo anunció Rajoy hace unos meses y que cínicamente nos ha recordado el Presidente del PP con una frase, “Camps será candidato diga lo que diga la justicia”, que dicha en un país donde la oposición actuara decentemente, hubiera sido motivo más que sobrado para dimitir. Lo cierto es que Rajoy se ha convertido en padrino de un imputado de la justicia en un guión que podría haber sido escrito por el propio Gila.

Y es que en el PP han dejado muestras más que sobradas de que una cosa son las leyes y otra muy distinta la aplicación de las mismas. Siempre buscan triquiñuelas para sortear y retrasar la acción de la justicia. Su problema consiste en que los juicios con los imputados en el banquillo no coincidan en el tiempo con elecciones, y de eso se suele encargar el mismísimo Trillo, el de la toma del islote de Peregil. Lo cierto es que han permitido, en un más que grave insulto a la inteligencia, que un mentiroso como Camps sea candidato sin asumir al menos sus responsabilidades políticas. Y a la vista de los hechos y de la propia historia reciente, tengo motivos sobrados para preguntarme sobre si se volverá a eliminar la fiscalía anticorrupción en caso de que Rajoy ganase las elecciones. Ya hizo el mismo Aznar y de ahí, probablemente, esos gúrteles repartidos por toda la geografía donde gobiernan. Lo cierto es que acaban de designar como candidato a un presunto corrupto al mismo tiempo que dicen pretender endurecer las penas por corrupción. Y es que suena a broma que quien protege a este tipo de sujetos y pague a los abogados de imputados por estafa, hablen de este tipo de medidas. Serían muchos más creíbles si primero los pusieran de patitas en la calle.

No hay comentarios: