lunes, 12 de diciembre de 2011

Por la boca muere el pez

“Es mi deseo de que la ley de Dios vuelva a guiar las decisiones públicas” ha dicho el jefe de los obispos y de la iglesia española. Y es que el Sr. Rouco debe estar más que feliz por el triunfo de la derecha en España, su granito ha venido poniendo para que eso ocurriera. Quizás es que eche de menos el Nacional Catolicismo de la época y que tenga aún guardado el palio con el que entraba Franco en los templos. Parece que Rouco echa de menos esos viejos tiempos. “¡Ay que tiempos aquellos!, !ese sí que gobernaba bajo la ley de Dios y con pulso firme!”, ha soñado el cardenal noche tras noche durante los gobiernos de la oveja descarriada de Zapatero. Desde luego que tuvo el pulso tan firme como para usurpar el poder por un levantamiento militar y llenar la cunetas de miles de españoles asesinados.

“Es mi deseo de que la ley de Dios vuelva a guiar las decisiones públicas” ha dicho el jefe de los obispos y de la iglesia española. Y es que Rouco pretende que se gobierne desde el catecismo y que sus postulados se apliquen a todos los españoles en lugar de únicamente a sus feligreses. Para el arcaico Rouco las leyes de los humanos están por debajo del catecismo que no se ha aprobado en ningún parlamento democrático, ni tampoco ha sido sometido a votación alguna por parte de la ciudadanía. Rouco pretende sustituir la Constitución Española por los diez mandamientos. Con este comportamiento lo que hace es comportarse de forma similar a la de los llamados “islamistas radicales”.

“Es mi deseo de que la ley de Dios vuelva a guiar las decisiones públicas” ha dicho el jefe de los obispos y de la iglesia española. El Sr. Rouco debería dejarnos tranquilos, que España es un estado plural, que estamos en un país laico y democrático que pretende progresar. Y si quieren aplicar la que ellos llaman la “ley de Dios” que empiecen por aplicársela a ellos mismos, que ya Jesús los echó a latigazos en una ocasión del templo por mercaderes, ladrones, vividores, fariseos y embusteros. Rouco está también obligado a cumplir y respetar como todos, nuestro ordenamiento jurídico y nuestra Constitución. Que los tiempos de la Inquisición ya pasaron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ha supuesto para España una inyección de 354 millones de euros, y la organización del encuentro del Papa Benedicto XVI con los jóvenes generará "un cierto superávit" al Arzobispado de Madrid.

Estos son los principales datos del informe elaborado por la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) sobre el impacto económico que supuso organizar el encuentro del Papa con algo más de un millón y medio de jóvenes, celebrado el pasado mes de agosto en Madrid.

En conferencia de prensa, el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal, ha explicado que la auditoría oficial del evento no estará lista hasta dentro de un mes porque quedan "algunos flecos por cerrar", parte de los cuales se abordarán en una reunión que tendrá lugar esta tarde en el Palacio de la Moncloa entre representantes del Gobierno y de la JMJ.

A falta de resolver "algunas partidas de patrocinadores", la indemnización por la expropiación temporal de terrenos en Cuatro Vientos y otros temas menores, Giménez Barriocanal ha asegurado que "las cuentas se cerrarán en negro con un ligero superávit y con un saldo económico positivo para las administraciones públicas".

Además, ha destacado el ingreso de 147 millones de euros en divisas y el que el 90% de la contratación se ha hecho con empresas de capital español.

IVA
Según el informe de PwC presentado esta mañana, la JMJ ha supuesto unos ingresos para el Estado de 28,3 millones de euros en concepto de IVA, frente a los cerca de 15,15 millones de euros que el Estado dejará de ingresar por los beneficios fiscales concedidos a las empresas patrocinadoras del evento.

En cuanto al impacto económico, el 90% del total (231,5 millones de euros) han repercutido en la Comunidad de Madrid, en especial en los sectores de hostelería, comercio minorista y transporte terrestre.

Por su parte, los 50 millones de euros invertidos por la organización han beneficiado en primer lugar al sector de la hostelería responsable de la manutención de los peregrinos, que les ha reportado un total de 25 millones de euros, seguido del sector de la construcción (10 millones de euros) y de material electrónico e imprentas con 5 millones cada uno.

Encuestas a pregrinos
El informe de impacto económico elaborado por PwC está basado en encuestas a más de 500 peregrinos y en datos financieros aportados por la organización.

Según estos datos, el 36,4% de los peregrinos eran extranjeros de 189 países distintos, y realizaron una estancia media de 4,3 días en ciudades participantes en el programa de Días en las Diócesis y hasta 6 días en Madrid, donde se contabilizaron 400.000 pernoctaciones más que las ocurridas el año anterior en las mismas fechas.

Además, unos 130.700 peregrinos extranjeros prolongaron su estancia en España una media de 4 días.

El gasto agregado realizado por estos peregrinos ronda los 172 millones de euros, calcula PwC.

La JMJ también tendrá un "importante efecto sobre la marca España" ya que el 78 por ciento de los extranjeros visitaba España por primera vez y han asegurado estar "gratamente sorprendidos; de hecho, 89,6 por ciento de ellos han expresado su intención de volver a España en el futuro.

En declaraciones al término de la rueda de prensa, el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, ha agradecido a los patrocinadores y organizadores el éxito de la JMJ y se ha mostrado convencido de que el evento "ha dejado huellas profundas que se notarán" tanto entre los jóvenes como en la ciudad de Madrid.