"No habrá placa por falta de consenso” dijo D. José Bono, Presidente del Congreso de los Diputados después de intentar colocar, a propuesta del PP, una placa de homenaje a Sor Maravillas en las paredes de la sede de la soberanía popular. Lo cierto es que esta monja de extrema derecha, integrista y que luchó contra las reformas liberales del concilio Vaticano II, murió en la cama en 1974, después de fundar un convento en el Cerro de los Ángeles, hoy cuna de peregrinación franquista.
En el Congreso tan sólo hay dos placas de homenaje, una de ellas a Clara Campoamor que se distinguió por su lucha a favor de la igualdad de sexos y por el derecho al voto de las mujeres. Con su empecinamiento de homenajear a Sor Maravillas, Bono no ha hecho más que demostrar su falta de sensibilidad frente a quienes no han podido enterrar de forma digna a sus familiares y cuyos cadáveres hoy se encuentran enterrados en las cunetas de muchos caminos junto a pueblos y ciudades. Bono con su actitud ha ofendido a las víctimas del franquismo, a los defensores del estado laico que proclama nuestra Constitución y a las mujeres que luchan por una libertad distinta que la proclamada por Sor Maravillas. “No habrá placa por falta de consenso”, dijo Bono. Y es que en el parlamento sólo deberían tener placas los defensores de los valores de la libertad y la democracia. Y es que por la boca muere el pez.